Inicio » Museos y Extensiones » Museos Mayarí » Sala de Historia en Nicaro
Nicaro, cuna del níquel cubano, de rica historia y tradiciones, territorio con una extensión de 7.2km2, de una forma alargada y estrecha recibió, desde el tiempo de la colonia española, el apelativo de “Lengua de Pájaro”.
Unos atribuyen el nombre de Nicaro al vocablo indígena Caroni, con el que fue denominado una de las fincas sobre las que se asentó “la fábrica”. Otros especulan sobre el error mecanografiado a partir de Mícara, sierra próxima a la zona. En 1940, según testimonios del Ing. Demetrio Presilla López, refiere el mismo que se debe el nombre a la fusión del símbolo químico del níquel (Ni) con el apellido Caron, perteneciente al profesor creador del método que utiliza esta industria para procesar mineral.
Nicaro o Lengua de Pájaro como anteriormente fue llamada por su configuración, se encuentra situada en el municipio Mayarí, provincia de Holguín, en el paisaje Nipe- Sagua- Baracoa a los 20° 42′ 17 latitud Norte y 75° 33′ 2 longitud Oeste. Limita al Norte con la Bahía de Levisa, al Sur la Bahía de Arroyo Blanco, al Este la Sierra de Cristal y al Oeste, Cayo Saetía.
En la localidad encontramos el Río Levisa que nace en la Sierra Cristal. Como característica de la vegetación existen matorrales xeromórfos costeros y subcosteros , cuabales y carrascales. En partes existen los pinares y la vegetación cultural: cultivos agrícolas con focos de pastos. Se aprecian aves estimadas por su canto como los ruiseñores, tomeguines, guacamayos y otros, encontramos moluscos terrestres que alternan la fauna antropogenia.
Sus suelos, ricos en yacimientos minerales (hierro, níquel, cobalto) posee una industria vinculada a la explotación de dichos recursos.
Este paisaje ha sido escenarios de importantes hechos históricos como manifestaciones del Movimiento 26 de Julio, Desembarco del Corynthia, etc.
La bitácora del Gran Almirante Colón recoge con fecha martes 13 de noviembre de 1492 una descripción de la sierras de Nipe y Cristal, las cuales se destacan detrás del golfo en que se encuentran las Bahías de Banes, Nipe, Levisa y Cabonico, y en la descripción mencionada, el descubridor alude a una montaña de mineral de hierro, la cual llama su atención por su gran tamaño y supuesta alta riqueza contentiva del importante elemento, lo que cotejando su información con lo que pudo haber visto, todo hace suponer de que se trata de la meseta de Pinares de Mayarí.
Como complemento de ese primer antecedente de la importancia minera de la región se encuentran los documentos del gobernador de la Isla Fernandina (Cuba) cuando inicia en 1512 la fundación de las primeras villas de Cuba, por lo cual, Diego Velásquez inicia a partir de Baracoa un recorrido por la costa Norte de la provincia de Oriente, dirigiéndose desde la Ciudad primada hacia Banes, desde éste hacia Nuevitas, terminando en Bayamo y saliendo por el puerto de Manzanillo, destacándose en la descripción de su recorrido el reconocimiento de la potencialidad mineralógica de hierro de los yacimientos de Moa-Mayarí, obviamente de importancia secundaria para un conquistador que buscaba oro y que en su propia patria el hierro abundaba.
Su infraestructura está compuesta por las empresas de la Unión del Níquel pertenecientes a MINBAS (la fábrica que lleva el nombre de «René Ramos Latour», la ECRIN, SERCONI, ESUNI, que son empresas de apoyo a la primera que se dedica principalmente a la producción de níquel, el CIS (Centro de Investigaciones Siderúrgicas). Estas empresas constituyen la base principal de fuente de empleo para las personas de la localidad. Este es un territorio eminentemente minero.
El arte se ha desarrollado en esta localidad desde los tiempos remotos, por lo cual ha atravesado diferentes etapas siguiendo el ritmo de la historia de la localidad, de las luchas desarrolladas en ésta, los periódicos y revistas publicadas en este pequeño terruño y se ha seguido cultivando hasta nuestros días representándose en diferentes eventos desde los infantiles hasta los más adultos.
Muestra de las primeras manifestaciones de la cultura en la localidad, fue el coro dirigido por el ilustre y reconocido pianista Frank Fernández, de sus integrantes vive aún en la cabecera municipal Xiomara Meléndez. Desde aquel entonces se impartían también clases de artes plásticas.
Las clases tanto de canto como de pintura se impartían primeramente en el llamado Club Cubano que posteriormente pasó a ser la casa de la cultura de la localidad.
Se realizan actividades culturales como los Sábados de Década, las Peñas del Amor, apoyadas por la Casa de la Cultura en conjunto con los instructores de arte, así como otras entidades. Dentro de los artistas de las artes plásticas tenemos a Jorge A. Carmenate, caricaturista y pintor naif, Enrique Fernández Soler (Quitín).
En la literatura se destacan por sus poesías: Lucila Castillo Domínguez y Otto Díaz Toirac, este último también conocido por sus obras de artesanía.
(Con información de Ecured)
Protección del Patrimonio Cultural
Copyright Centro Provincial de Patrimonio Cultural Holguín / Desarrollado por ACCS Holguín