Esta caverna se encuentra a seis kilómetros de la desembocadura del río Yaguajay, en el barrio de Cañadón, municipio de Banes. Se trata de una cavidad laberíntica, con poco más de un kilómetro de recorrido total poseyendo numerosas galerías y salones. Sus coordenadas son X 612650 Y: 273730 de la hoja 5079-II-a.

De a acuerdo a la información existente, los petroglifos fueron hallados por el coleccionista y explorador José A. Riverón en 1933 y fueron exhibidos en La Habana en una exposición arqueológica junto con varios huesos humanos y vasijas de barro, hallados también en la cueva. En esa ocasión fueron vistos por el Dr. Salvador Massip el cual publicó en el periódico Diario de la Marina una reseña de estos hallazgos. En  el artículo  refería que el primero tenía 0,25 metros de altura por 0,14 metros de ancho, y el otro, 0,55 metros de altura por 0,33 metros de diámetro. Ambos petroglifos representaban figuras antropomorfas, poseían ojos tipo granos de café, boca y órganos sexuales masculinos. El posterior destino de ellos, así como del material arqueológico acompañante se desconoce.

En mayo del 2018 investigadores del Dpto. Centro Oriental de Arqueología junto al grupo Baní visitaron la cueva y durante el recorrido exploratorio se encontró la base de una estalagmita aserrada, ubicada en el salón de la claraboya, en una zona de penumbra. Las dimensiones de esta base estalagmítica coincide aproximadamente con las medidas que ofrece Riverón de uno de los petroglifos hallados en dicha cueva, 15 cm. No se puede asegurar que pertenezca lo hallado a uno de los petroglifos desaparecidos, pero existe coincidencia en sus medidas, así como la ubicación del espeleotema, ya que la mayor parte de estos tipos de representaciones se encuentran en las zonas de penumbra cavernaria.