Calixto García Iñiguez fue una de las figuras más importante del proceso independentista cubano. Alcanzó el grado de Mayor General del ejército insurrecto cubano y fue jefe del Departamento Oriental en la guerra de 1868 y en la de 1895. Fue el máximo organizador de la contienda de 1879 a 1880. Hecho prisionero durante esta fue deportado al Reino de España donde vivió entre 1880 y 1895. Allí trasladó su esposa y los hijos que tenían. Al iniciarse la contienda de 1895 había llegado a estabilizar su vida en Madrid. Parecía difícil que este veterano insurrecto abandonara las comodidades que había logrado con su trabajo para participar en una nueva contienda. Muchos creían eso pero veamos que ocurrió.
Calixto García durante su vida en España mantuvo comunicación con varios patriotas que residen en el extranjero o en Cuba, entre los que se encuentran: José Dolores Poyo, Fernando Figueredo Socarrás, Juan Praga, Manuel Calvar y Eusebio Hernández.
Carlos García Vélez, uno de sus hijos, escribió en su diario sobre las relaciones del padre con José Martí y Máximo Gómez, en los momentos en que estos últimos organizaban la Guerra del 95 y de la que no hemos podido encontrar otra referencia que estas notas. (1)
”Mi padre estuvo en comunicación con Máximo Gómez y Martí antes de partir estos de Montecristi desde cuyo punto escribían la última carta a mi padre recibida en Madrid de manos de la valerosa patriota Anita Betancourt viuda del libertador Ignacio Mora. Anita, Familiar de Gonzalo de Quesada era el intermedio comunicante pues Gonzalo le expedía las cartas que ella llevaba a mi padre y este por el mismo conducto contestaba. Anita moraba con una hermana viuda de un General español y por tanto era libre su casa de toda sospecha.” (2)
Mientras en Cuba se iniciaba la nueva guerra de independencia la salud de Calixto se deterioraba:
”Los graves ataques de disnea asmática que llegaron impedirle trabajar, ni acostarse obligando a permanecer día y noche en un sillón, le tenían en desesperación viendo pasar los días sin mejoría. La llegada de Juan Gualberto Gómez preso con otros sublevados, a la cárcel modelo, hizo que yo le acompañara y fuéramos a verlos.” (3)
Sin embargo, Calixto estaba dispuesto a escapar de la Península e incorporarse al Ejército Libertador por lo que llevó, a cabo una labor de desinformación entre sus antiguos compañeros de armas radicados en Madrid para evitar así que por medio de un descuido de ellos se filtrara información al enemigo:
”Las dificultades de moverse mi padre de Madrid parecían infranqueables. La vigilancia de la casa en la calle de Fuencarral era estrecha. Las visitas de cubanos amigos diarias y a todas horas.
Los patriotas Pedro Martínez Freiré y Modesto Fonseca, jefes importantes del 68 y de la Guerra Chiquita vivían deportados en Madrid y habían contraído nupcias y tenían hijos con mujeres españolas. José Lacret Morlot estaba en Madrid liquidando abonares y pensiones del Ejército Español. No era prudente confiarle el propósito de mi padre. Les decía que el estado de su salud invalidaba tomar parte en la Revolución. Ellos le creyeron porque le habían visto inválido. Yo le participe a Lacret y Pedro Martínez Freyre en un almuerzo en el restaurant italiano de la carrera de San Gerónimo que ya que mi padre no podía ir a la revolución yo iría. Ambos se alegraron de mi determinación aconsejándome fuera con el General Antonio Maceo.” (4)
El medio más eficaz para engañar al espionaje español fue su estado de salud. Quizás con este objetivo se trató con un médico militar.
”Ya había tenido tratamiento profesional con un médico militar, el Dr Cano y él atendió a mi padre en la crisis de ahogo que tuvo.
Por cierto que un día de grandes noticias de los combates del Jobito, hubo el Dr Cano de advertirle al enfermo «Déjese de agitarse con las noticias de los combates. Usted se pone como los viejos caballos que al oír tiros y oler la pólvora, hacen cabriolas. Usted ya no sirve para esas andanzas. Necesita usted mucha tranquilidad.” (5)
En una carta del 20 de abril de 1895 a Gonzalo de Quesada reafirmaba su criterio de incorporarse a la lucha pese al estado de su salud.
”Calixto se puso en comunicación con la emigración revolucionaria en New York y París. El 23 de agosto de 1895, Tomás Estrada Palma, escribió:
He tenido carta de Calixto García, que se halla muy enfermo en Madrid y desesperado por no poder venir inmediatamente para marcharse a Cuba o prestar servicios aquí. Me dice que es muy probable venga en Diciembre.” (6)
No es solo la enfermedad y la vigilancia española es lo que detiene a Calixto, quiere antes sacar su familia de España. En medio de un ambiente de histeria patriotera que reina en algunos sectores de la población española, Calixto no debía dejar a merced de la sórdida venganza colonial a su esposa e hijos. El ambiente que se vivía en Madrid es brevemente reflejado por García Vélez en su diario:
“… habiendo visto en largos meses de espera para que mi padre pudiera escapar ileso de España, desfilar regimiento tras regimiento vitoreado por el pueblo y bendecido por curas y obispos; y leído los insultos y groserías de la prensa populachera. La amargura de ver que los cubanos sublevados eran calificados de bandidos y asesinos por los pueblos civilizados de Europa…” (7)
En gestión para la salida de la familia de la Metrópoli solicitó del representante de la República de Cuba en París Emeterio Betances, dinero. El cinco de junio, Betances escribió desde la capital de Francia: “… estamos preparando la salida de Madrid de nuestro eminente Calixto García. Espero verlo aquí en breve… (8)
El dos de julio en carta a Francisco Javier Cisneros expresa Betances:
”Querido compañero y amigo; le presento al buen patriota Pedro E. Betancourt que no va a esa sino para verlo a Ud. y resolver una cuestión importante.
Ha salido de Madrid, de acuerdo con nuestro Calixto García que me dice «Reciba Ud. lo que le diga Betancourt como si saliera de mis labios «Por consiguiente Ud. lo tratará con toda la confianza que he debido brindarle yo.
Fraternalmente.
Betances.” (9)
El dos de octubre se refiere de nuevo a la difícil situación: «Calixto me vuelve a escribir desesperado. Recibo carta tras carta preguntándole por qué no se ha ido ya» (10)
Betances vio en una propuesta del latifundista e industrial azucarero Fernando Pons, que poseía tres ingenios en Guantánamo y residía en Paris, la posibilidad de obtener los fondos para la fuga de Calixto por lo que escribió a Francisco Javier Cisneros:
”Le preguntaba, y esto es urgente, si aceptaba o no las proposiciones del Sr: Pons. Yo no firmo ningún contrato ni otra cosa cualquiera, sino ofrezco apoyar sus proposiciones en la, creencia que no me harán quedar mal.
Ud. me dice por un lado: “Respecto al Sr. Pons, se me figura que mejor es no contraer compromisos con él quizás sirva él de estímulo para coger a otros y que entre todos den una suma respetable
Esto no me dice gran cosa.
”¿Es sí o es no?
Por otro lado me dice Ud.
«Respecto a Calixto García, creo que debemos hacer cuanto esté a nuestro alcance por despacharlo».
Pues aquello del Sr Pons está a nuestro alcance y sin ello no veo cómo podremos reunir los 5 000 francos que necesita Calixto.” (11)
El veterano mambí no podía esperar más, y apoyado por sus hijos Carlos y Mario preparó su plan de fuga. Carlos los despidió en el andén de la estación Norte de Madrid donde tomó junto a Mario el tren para la frontera francesa de Hendaya desde donde telegrafió de inmediato a Carlos que permanecía en Madrid:
”La evasión de mi padre dejó estupefacto al gobierno y a los propios deportados cubanos como el General Pedro Martínez Freyre y el Coronel Modesto Fonseca visitas diarias a casa de papá a quien consideraban imposibilitado de moverse. Estos patriotas casados, con españolas naturalmente debían ignorar que papá iría a la Revolución.” (12)
Calixto y su hijo Mario toman en Hendaya el tren de París ciudad a la que llegan el día 19 de octubre de 1895. Posteriormente se traslada a Estados Unidos. Luego de dos fracasos logra desembarcar en Cuba el 24 de marzo de 1896.
Notas a pie de página
1.-Aunque existe una referencia de que Martí había recibido carta de Calixto pero no hemos podido comprobarlo.
2.-Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, Fuera de caja, 123-A.
3.-Ídem.
4.-Ídem.
5.-Ídem.
6.-Juan José Casasús, Calixto García, El Estratega, Oficina del Historiador de la ciudad, La Habana, 1962. P. 139
7.-Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, fuera de caja, 123-B.
8.-Emilio Godinez Sosa, Cuba en Betances, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1985, p 327.
9.-Ibídem, p 329.
10.-Ibídem p 332.
11.-ídem.
12.-Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, fuera de caja 123-H.
El salto demográfico que se produjo en el siglo XVIII fue conformando varias poblaciones en el oriente de Cuba. Jiguaní se crea en 1701, Holguín alrededor de 1720, Tunas a mediados del siglo XVIII, Manzanillo en 1784, Palma Soriano en 1813.
Pero no es solo fundar caseríos perdidos en los pastizales. Cada uno de ellos evolucionará. Su papel político muchas veces nos dice sobre cambios económicos. El ayuntamiento de Jiguaní es reconocido en 1737, el de Holguín en 1752, el de Tunas en 1759. Diversos factores locales influyen en estos acontecimientos, pero si lo vemos en su conjunto, es producto de un lento pero constante desarrollo de la región del Norte y el Centro del Oriente de Cuba. Esta comarca conformaba lo que hemos llamado las jurisdicciones del Cauto. En el siglo XIX estaban integradas por las jurisdicciones de Holguín, Tunas, Bayamo, Jiguaní y Manzanillo.
En la división político administrativa vigente actualmente comprende los territorios de las provincias de Granma y Tunas, gran parte de la provincia de Holguín y una porción menor de la provincia de Santiago de Cuba. Aunque no todo el territorio de cada una de estas jurisdicciones estaba en la cuenca del Cauto. Pero, en general, tenían características sociales y económicas similares. Había una presencia importante de terratenientes medios y campesinos. La esclavitud no era decisiva en la economía. Los inmigrantes eran escasos. Aunque al mismo tiempo se daban peculiaridades regionales, durante el siglo XIX se producen cambios. Pero las características enunciadas son válidas.
La gran hazaña de los primeros siglos de la colonia en las jurisdicciones del Cauto está resumida por la labor de los terratenientes y campesinos criollos, que fueron conformando un mundo que por su desarrollo económico y demográfico exigía algo mucho más seguro que el comercio de contrabando. Entonces los criollos iniciaron una de las grandes y silenciosas revoluciones del archipiélago: la búsqueda de las fronteras portuarias legales. Las ilegales existían prácticamente desde la fundación de la colonia. Estaban conformadas por cada playa y ensenada donde se efectuaba el comercio de contrabando: son las fronteras sin documentos. La ausencia de memoria escrita conforma esta historia.
Pese a la extensión del litoral en el Departamento Oriental era este un mundo mediterráneo en el sentido de los puertos. Inmensos fragmentos de las costas orientales carecían de puertos. En todo el litoral del Norte de Oriente desde Nuevitas hasta Baracoa no existía un puerto habilitado. El comercio oficial se veía limitado a determinadas partes del archipiélago. El resto era propiedad del contrabando que es una historia cuyo objetivo esencial era abolir el documento.
Entre finales del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX la economía del Norte y Centro del Oriente de Cuba, que no conformaba el mundo de la plantación esclavista, había dado un salto lo suficientemente alto para intentar salir de lo ilegal, que ya no satisfacía las necesidades de los terratenientes y campesinos criollos.
Se construyeron los puertos de Gibara y Manzanillo y los embarcaderos de Manatí, Puerto Padre, Jururú, Bariay; los de los ríos Mayarí, Sagua de Tánamo y otros. Los terratenientes y campesinos criollos llegaron a controlar inicialmente estas vías de comunicación.
Se iniciaba un enfrentamiento, hasta ahora, prácticamente desconocido por la historiografía cubana. La inmigración española y canaria estaría estrechamente vinculada a estas salidas al mar. Los comerciantes españoles que comenzaron a llegar a estos puertos y embarcaderos desplazaron, casi por completo, a los criollos de las actividades comerciales. Esta fue una guerra sin cargas de caballería ni fuego graneado de infantería. Pero no por ello menos dramática. Los terratenientes criollos que se creían dueños y señores de sus bahías y ensenadas, al legalizar estas playas, se vieron bruscamente batidos y vencidos por negociantes catalanes o vascos más duchos en el mundo de las compraventas. Hay diversos ejemplos de este apego de peninsulares y canarios al muelle incluso a los caminos que conducen a estas instalaciones.
La jurisdicción de Manzanillo, en 1862, de una población de 13 mil 675 habitantes tiene 617 españoles y canarios. De estos inmigrantes 361 residían en la ciudad portuaria. Esta tenía un total de dos mil 350 vecinos blancos. La inmensa mayoría de esos españoles y canarios estaban en edad económicamente activa lo que les permitía tener un peso importante en la economía de la población. (1)
Pero existe un ejemplo sorprendente del papel de los embarcaderos y puertos en la emigración española y canaria: Bayamo. Una buena parte del comercio de esa región se realizaba por el río Cauto. La barra de arena formada en la desembocadura producto de un ciclón impidió la entrada de barcos de envergadura. Solo lanchones de poco calado hacían ese itinerario. El tráfico fue tan importante que se creó un embarcadero en la ribera del río en el punto más cercano de las costas del río la ciudad de Bayamo. El lugar fue bautizado como Cauto Embarcadero. Allí se estableció una capitanía pedánea.
Veamos cómo estaba distribuida la población en las cinco capitanías que conformaban la jurisdicción de Bayamo respecto a la cantidad de peninsulares y canarios en 1862. En el partido de Barrancas de una población de 2 591 blancos eran españoles y canarios 143. (2)
Barrancas, estaba situada en el camino de Bayamo a Manzanillo. La relación con ese puerto era más fácil que en los demás partidos de Bayamo. Hasta sus campos llegaba la influencia del puerto de Manzanillo. En el partido llamado Carruaje, de 265 blancos eran españoles y canarios 9; en el partido del Dátil, de 963 blancos eran españoles y canarios 12; en el de Guisa, de dos mil 700 blancos eran españoles y canarios 21. (3)
En la capitanía pedánea de Tamayo no se clasifican por nacimiento. Pero otras fuentes cualitativas hacen referencia a una población hispana reducida. En este territorio del ganado y la agricultura de subsistencia la presencia de los españoles y canarios es realmente escasa. La situación es muy diferente en Cauto Embarcadero, el puerto fluvial de Bayamo, de 966 blancos habían 46 españoles y canarios. (4)
Había más españoles y canarios en este embarcadero que en tres de las capitanías del interior de la jurisdicción de Bayamo. Es indiscutible que la inmigración, tanto canaria como española, está estrechamente ligada con el comercio. Estos españoles y canarios que residen en Cauto Embarcadero no avanzan hacia las abundantes, fértiles y baratas tierras del interior de la jurisdicción. Permanecen en torno al diminuto puerto fluvial por donde pueden embarcar sus productos o ser intermediarios en el comercio. Cauto Embarcadero es el ejemplo más palpable de las características del desarrollo de las fronteras portuarias de las jurisdicciones situadas en la cuenca del Cauto. El asunto es más interesante por ser un puerto fluvial.
Incluso el canario, al que tradicionalmente se le relaciona con la vega y el pequeño sitio de labranza, está estrechamente vinculado al comercio internacional. Son gente nacida a la vista de muelles y cargueros que expanden por el mundo la fiebre del comercio. No podemos olvidar que los que se han establecido en Cuba continúan manteniendo relaciones con la parentela de Canarias. Esto significaba además del sentido afectivo, el tener constantemente otros horizontes, otras relaciones y otra información. Era costumbre, de no pocos de estos individuos, viajar a la tierra natal y que en los testamentos dejaran parte de sus riquezas a los parientes de ultramar. Incluso que ordenaran misas en las parroquias del pueblecito natal para el descanso del alma.
Esto significaba que la vida espiritual y material estuviera vinculada a viajes, barcos, correspondencia, pago y cobro de letras, envío de remesas; asuntos desconocidos por el criollo perdido en los pastizales del Cauto. Pese a su idealización como campesino el canario es ante todo un emprendedor empresario. Las circunstancias de su mismo origen, de ser de una zona marginal del Estado español lo han separado del gran negocio. Tiene muchas menos probabilidades de entrar por la puerta ancha del almacén. Muchos menos de enriquecerse por medio de la burocracia del imperio. La falta de oportunidades y su situación marginal lo ha llevado a la vega o la finca liliputiense; pero eso no significa que no esté estrechamente relacionado con el mercado internacional. Su actividad fundamental, cuando logra ser propietario de una finca, es la producción de tabaco. Producto muy codiciado en las transacciones con ultramar.
Además de los centros comerciales portuarios podemos considerar que las cabeceras de las jurisdicciones eran lugares donde, generalmente, se encontraba una población de inmigrantes españoles y, en menor medida, canarios de cierta importancia. Estos eran los centros administrativos y comerciales más importantes de las jurisdicciones. Allí podían encontrar espacio en el comercio local o bien explotar pequeñas fincas en los alrededores de las poblaciones donde comercializaban lo que producían. Por ejemplo, en la ciudad de Bayamo, el corazón del mundo criollo, había 132 españoles y canarios en 1862. En general mientras nos alejamos de los centros urbanos, los puertos y embarcaderos nos vamos encontrando con una cantidad menor de españoles y canarios. Hay un predominio de criollos.
Fue en la jurisdicción de Holguín donde las fronteras portuarias marcaron profundamente el territorio. Ningún puerto del Norte del Oriente del archipiélago creó transformaciones tan profundas como el de Gibara. Se llegaron a constituir dos regiones socioeconómicas en la jurisdicción a mediados del siglo XIX. Una estaba formada por el puerto de Gibara y su hinterland y la otra por el resto de la jurisdicción. ¿Cómo pudo ocurrir que esta bahía propiedad de cangrejos y manglares abriera una zanja tan profunda como las de una carreta de bueyes en día de lluvia?
Los siglos XVII y XVIII constituyen un periodo de peculiar silencio documental. Los secretos de bahías y ensenadas guardan misterios tan sugerentes como las alcobas matrimoniales. Las olas borran muy rápido las huellas dejadas en las playas por criollos y extranjeros en sus presurosas transacciones ilegales. Desde ese silencio documental es necesario estudiar las fronteras portuarias del Oriente cubano.
Notas a pie de página
1.-Jacobo de la Pezuela, Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de la Isla de Cuba. Imprenta del Establecimiento Mellado, Madrid 1863- 1866, T III, p. 599
2.-Idem, t III, p. 611
3.-Idem, t II, p. 566
4.-Idem, t. 1, p. 370
En los últimos meses de 1958 tres columnas guerrilleras enviadas desde la Sierra Maestra invadieron el Norte del oriente de Cuba para combatir a las fuerzas de la dictadura. Estas eran las denominadas la columna 12, la 14 y la 32. Además numerosos grupos de escopeteros que quedaron subordinados a esas columnas rebeldes. Todas estas fuerzas conformaron el Cuarto Frente Simón Bolívar. El jefe del frente era el Comandante Delio Gómez Ochoa. (1) Las fuerzas de este frente operaban en el territorio de los antiguos municipios de Victoria de Las Tunas, Holguín, Puerto Padre, Gibara y parte de Holguín, Bayamo. En la actual división política administrativa (1976) este territorio está enmarcado en gran parte de las provincias de Las Tunas, Holguín y Granma.
La columna 14 “Juan Manuel Márquez” (2) estaba dirigida por el Capitán (3) Orlando Lara Batista, (4) y la misma estaba compuesta por tres pelotones con gran independencia operativa. El pelotón #1 dirigido primero por el Teniente Oscar Orozco (5) y luego al ser herido este por el Capitán Arsenio García Dávila. (6) El pelotón # 2 dirigido por el Capitán Cristino Naranjo. (7) El 3 bajo el mando del Capitán Eddy Suñol (8) y por último existía una pequeña fuerza dirigida por el jefe de la columna. La columna también contaba con un puesto médico y una auditoria.
La columna 14 Juan Manuel Márquez iba a tener unas características muy peculiares que creemos merecen que le dediquemos nuestra atención. Nosotros emprendimos una breve indagación sobre esta fuerza y nos encontramos una extraña diversidad de criterios. Para los vecinos de Gibara y Holguín el jefe de la columna 14 era Eddy Suñol, que operó con su pelotón en esta zona. Para los vecinos de Cacocum y zonas aledañas era Cristino Naranjo que actuó allí. Mientras que para los vecinos de Buenaventura era Orlando Lara o Arsenio García, los jefes de las guerrillas que operaban directamente allí. El asunto se complica más al oír el criterio de los combatientes.
En sus testimonios y artículos sobre la guerra Eddy Suñol (falleció en 1971) no reconoce el mando de Orlando Lara como jefe de la columna 14. Los combatientes del pelotón dos, dirigido por Cristino Naranjo, tampoco lo reconocen. Mientras que Arsenio García, negaba rotundamente que Lara fuera su jefe en algún momento.
Al mismo tiempo los más cercanos colaboradores de Orlando Lara afirman que este era el jefe de la columna. Existen documentos firmados por Fidel Castro donde deja por sentado que Lara tenía esa responsabilidad. Un ejemplo es la carta con fecha 30 de septiembre de 1958. Fidel le dice a Lara: “…ese territorio de Gibara pertenece a la columna tuya” (9)
Podríamos preguntarnos entonces. ¿Cuál fue el papel de Orlando Lara en esta columna? Incluso más interesante sería preguntarnos el por qué es la única columna rebelde, de las que integraron el Cuarto Frente Oriental, que sus miembros 50 años después no reconocen o ponen en duda quien los dirigía como jefe de columna.
Indagando en la personalidad de Lara no creemos que tuviera condiciones que lo hicieran repulsivo a sus subordinados y la población en general. Incluso todo lo contrario, más bien era una persona popular. Había desarrollado una exitosa campaña en el llano contra fuerzas superiores. Pero en torno a él ocurrieron hechos que ayudan a explicar el inesperado olvido de sus subordinados, Lara había sido herido en un combate en la Sierra Maestra en una pierna. El médico que lo atendió nos dejó un testimonio de su delicado estado de salud producto de la herida.”…Tuvo sus problemas de salud, se le infestó aquella herida y tuvo muchos problemas, una osteomielitis.” (10)
Esto hizo que bajara al llano mucho después que sus tropas. Incluso cuando se incorpora se encontraba convaleciente lo que disminuye sus posibilidades de desplazamiento. Esa tropa de guerrilleros dependía mucho de la realidad física no de la abstracción de un jefe de columna al que nunca veían.
También había una condición de espacio. Los tres pelotones estaban esparcidos en una inmensa área, mientras las fuerzas de los pelotones 1 y 2 actuaban en el territorio entre Holguín, Las Tunas y Bayamo. El pelotón 2 había centrado sus actividades en el municipio de Gibara y Holguín. La ciudad de Holguín parecía un gigantesco corte entre ambas fuerzas que las separaban en dos zonas de operaciones bien definidas.
Los pelotones habían sido enviados por Fidel Castro, incluso despedidos por este lo que creo una estrecha relación entre el máximo jefe de la Revolución y los jefes de pelotones. Estos le escribían directamente. Cada uno de los pelotones por la cantidad de armas y hombres que poseían se convirtió en verdaderas columnas. El pelotón de Cristino Naranjo es un caso bastante peculiar. Esta fuerza al crearse la Columna 14 ya existía en el llano.
Las fuerzas de la Columna 14 actuaron con gran independencia operativa. En ningún caso se realizó una operación con participación de las fuerzas de los tres pelotones. Solo se realizó una acción entre dos pelotones coordinada por el jefe de las columnas que fue una incursión en la ciudad de Holguín para sabotear las elecciones del tres de noviembre de 1958. La otra acción de envergadura, el ataque a Puerto Padre, coordinada por el jefe del Frente no el de la columna.
Por último a finales de diciembre la parte mejor armada de las fuerzas del pelotón 2 fue trasladada a la zona de Jiguaní donde participó en operaciones junto al Tercer Frente. De hecho en esta parte final de la guerra el núcleo principal del pelotón 2 quedó fuera del control por entero del jefe de la Columna 14.
Los pelotones 2 y 3 crearon sus propias superestructuras el aparato logístico y otras actividades indispensables para que una guerrilla pueda sobrevivir. El pelotón 1 en este sentido quedó mucho más vinculado a Orlando Lara, pues utilizó en lo fundamental la sólida estructura creada por este entre la población civil.
El jefe de la columna, Orlando Lara, se situó en su campamento de Cauto El Paso donde organizó un pequeño grupo de combatientes que realizaron algunas acciones. Esta fue una característica de estas columnas. Sus jefes de pelotones tenían más comunicación con el Comandante en Jefe o el jefe del Frente que con el jefe de la columna propiamente. En realidad Lara no pudo funcionar como jefe de la columna producto de su estado de salud. Cada pelotón actuó independientemente, en esto también influyó el escaso tiempo de existencia de esta columna y la extensión territorial. Estas circunstancias no le restan prestigio ni le hacen perder su condición de ser el hombre que inicio la guerra en los llanos del territorio donde se constituiría el Cuarto Frente. Lara y sus muchachos se constituyeron en una verdadera leyenda. Fidel al designarlo jefe de la columna 14 lo reconoció así.
NOTAS
1.-Delio Gómez Ochoa. Nació en Holguín, miembro del Movimiento 26 de Julio. En mayo de 1957 al frente de un pequeño grupo de combatientes holguineros se incorporó a la guerrilla serrana dirigidas por Fidel Castro. Alcanzó el grado de Comandante, fue jefe de acción y sabotaje en el Occidente del país en 1958, en octubre de ese año fue designado Jefe del Cuarto Frente. En junio de 1959 marchó a combatir a la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Cayó prisionero y guardó prisión hasta 1961 que a la muerte de ese dictador fue dejado en libertad. Ha desempeñado diversos cargos en el Estado cubano. Actualmente está jubilado.
2.-Los grados militares eran los que alcanzaron esos combatientes hasta el 31 de diciembre de 1958.
3.-Juan Manuel Márquez, expedicionario del Granma asesinado a los pocos días del desembarco.
4.-Orlando Lara Batista Nació en San Germán y luego se radicó en Bayamo donde participó activamente en la lucha contra el tirano Batista. Fue el primero en fundar una guerrilla en los llanos donde posteriormente operaron las fuerzas del Cuarto Frente Simón Bolívar. Fue ascendido a Capitán por el Comandante en Jefe Fidel Castro. En junio de 1958 se trasladó a la Sierra Maestra y tomó parte en las fuerzas del Primer Fre423456789nte José Martí en la lucha contra la ofensiva del verano de 1958. Fue herido y quedó con limitaciones físicas para caminar. Fue designado como jefe de la columna 14 Juan Manuel Marques. Falleció en 1970 en un accidente automovilístico en La Habana.
5.-Oscar Orozco Viltre se incorporó a las fuerzas rebeldes en la Sierra Maestra. A principios de 1958 fue enviado junto con otros compañeros, por orden del Comandante Fidel Castro, como refuerzo de la guerrilla de Orlando Lara en los llanos. Retornó con esta guerrilla, en junio de 1958, para tomar parte en la lucha contra la ofensiva de la dictadura en el verano de ese año. Fue designado jefe del pelotón 1 de la columna 14. Herido gravemente fue retornado a un hospital rebelde en la Sierra Maestra. Después de 1959 fue oficial del Ejército Rebelde. Al licenciarse laboró en diferentes funciones en la provincia Holguín donde actualmente reside.
6.-Arsenio García Dávila, expedicionario del Granma y combatiente de la guerrilla serrana. Fue designado segundo jefe del pelotón número 1 de la columna 14. Al ser herido el jefe de este pelotón ocupó el mando de este. Ascendido a Comandante después del triunfo desempeñó diferentes cargos en el estado. Falleció recientemente.
7.-Cristino Naranjo, combatiente de la guerrilla serrana. Descendió al llano bajo las órdenes de Camilo Cienfuegos en abril de 1958. En junio de ese año Camilo lo asciende a Teniente y lo deja en los llanos al frente de un pequeño destacamento guerrillero subordinado a Carlos Borja a quien designó jefe de los llanos del norte y parte del centro de la provincia oriental. En septiembre de 1958 Camilo lo ascendió a capitán y lo dejo al frente de los llanos en sustitución de Carlos Borja. En octubre quedo al frente del pelotón 3 de la columna 14. Después del triunfo fue ascendido a Comandante. En noviembre de 1959 fue asesinado por un contrarrevolucionario en la ciudad de La Habana.
8.-Eddy Suñol Ricardo. Natural de las Cruces de Purnio en Holguín. Miembro del Movimiento 26 de Julio. Fue detenido en 1956 y logró escapar. Se mantiene en la clandestinidad hasta que se incorpora en mayo de 1957 a la guerrilla dirigida por Fidel Castro. Llegó a Capitán y fue herido en varios combates. Después del triunfo de la Revolución fue ascendido a Comandante y desempeñó diferentes cargos en el Estado cubano. Afectado por las secuelas de las heridas se suicidó en 1971.
9.-Carta de Fidel Castro a Orlando Lara del 30 de septiembre de 1958. Oficina de Asuntos históricos del Consejo de Estado. Ciudad de La Habana.
10.-Relato del Comandante Vicente de la O Gutiérrez. En cuadernos de Historia de Salud Pública, número 64 “Médicos Guerrilleros Testimonios. Publicación del Consejo Nacional de Sociedades Científicas del Ministerio de Salud Pública. La Habana, Cuba, 1982, p 60.
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