Como ocurre con la mayoría de las ciudades y poblados cubanos los interesados en el pasado han tenido exquisito cuidado en estudiar sus años fundacionales. No pocas veces mas ligados a leyendas, tradiciones orales que a la posibilidad de una objetiva demostración documental; pues no todo se llevó al papel y la tinta y cuando se hizo, en ocasiones, tales manuscritos se perdieron o es posible que estén conservados en los archivos españoles, casi siempre inalcanzable para las modestas posibilidades de los estudiosos de esta isla.
Casi por regla los textos escritos giran en torno al conquistador o el colonizador hispano que fundó la Villa, que muchas veces le legó su apellido como ocurrió con Holguín.
En nuestro caso tiene la peculiaridad que García Holguín no fundó la ciudad, sino el hato donde muchos años después se creó esta. En este sentido hemos sido respetuosos con aquel hispano en esta hazaña de la memoria y también debemos de tener un momento de agradecimiento hacia algunos fundadores poco recordados.
No podemos olvidar los holguineros que tenemos una gran deuda con una ciudad cercana: Bayamo. Este territorio durante siglos fue parte de ese municipio. Se le llamaba la costa norte de Bayamo. Muchos de sus pobladores eran originarios de la vecina población. Deberíamos acercarnos a nuestros orígenes y dedicar un día o una tarja que conmemore esa relación secular.
Fue, por cierto, un alcalde bayamés el que dio el impulso inicial para la creación de esta plaza. Don Bartolomé Luis de Silva y Tamayo en uno de los recorridos que debía de hacer por las tierras de su jurisdicción comprendió las posibilidades que existían en esta región para fundar un caserío. Los vecinos vivían dispersos en este inmenso territorio. Debió de ser hombre, no solo de autoridad, sino propietario del don del convencimiento, pues logró que los futuros holguineros llegaran a la comprensión de la fundación del poblado.
Seguramente que influyó en la decisión de escoger este lugar todas sus ventajas por su situación. Bastante alejada de la costa para evitar o por lo menos dificultar la incursión de piratas y corsarios. Es cierto que ya en esta época estaban en franca decadencia, pero el océano es suficiente grande para que cualquier guerra, alteraciones y crisis los hiciera reverdecer. Pero tampoco estaba tan alejada de las costas para que no se beneficiara con las acciones marítimas que se desarrollarían en aquellas inmensas planicies acuosas.
El lugar escogido por su situación geográfica no podía ser mejor. Era aquel un pequeño valle de unos 12 kilómetros de extensión conocido como Cayo Llano. Estaba rodeado de pequeñas alturas la mayor de ella de 375 metros sobre el nivel del mar. (1)
Aunque desde antes vivían en esta zona algunos vecinos no podemos considerarlo como una población. Ya en 1704 en un mapa aparece la región con el nombre de Holguín (2). Siguiendo los caminos de la tradición se considera que la fundación del poblado se efectuó el 4 de abril de 1720 con una misa.
Otro asunto de lo que debíamos los holguineros agradecer y recordar es que al crearse la ciudad se hizo en una estructura regular en cuadrícula, según exigía la recopilación de las leyes de Indias de 1525, implantadas a apartar de 1647 y las ordenanzas de Cáceres promulgadas en La Habana en 1641 que rigieron en todos los pueblos de la isla y exigían el modelo romano para la fundación de pueblos. (3)
Gracias a eso tenemos esta ciudad, por lo menos en su parte colonial, con sus calles rectas, los bellos parques y en general el orden urbanístico que heredamos. Aunque muy trasformado en el siglo XX en los nuevos barrios creados. Hay otros vecinos a los que también es necesario un agradecimiento esencial que son los primeros habitantes de esta tierra.
Entre los que crearon esta ciudad, de seguro, que se encontraban no pocos de los que se han definido como indios aunque nada tenían que ver con la India. Quizás imposible hoy determinar el número de ellos y sus descendientes entre aquellos primeros holguineros. Pero recuerdo y homenaje mayor les corresponde a los africanos y descendientes. Los que llegaron bajo el yugo de la esclavitud y se convirtieron en grupo fundamental de nuestra nacionalidad. Las escasas fuentes disponibles de aquellos años fundacionales nos impiden determinar su número y menos su nombres. Los caminos de la isla pasan por África que ha dejado una huella fundamental junto con la cultura española en nuestro pasado y presente.
Todos parecen haber dado su aporte a la construcción de estas casas, calles y plazas que hoy conforma la ciudad de gente de orgullo sano y emprendedores.
Notas:
1—Angela Peña Obregón, Dos siglos de arquitectura, Ediciones Holguín, 2001 p. 11
2—Ídem.
3—Ibídem p. 13
Un herido es asunto muy serio para todo ejército en campaña. Es necesario atenderlo en el lugar donde fue lesionado y luego trasladarlo lo más rápido posible a un hospital de retaguardia, donde debía de recibir las atenciones necesarias.
El asunto es más complejo cuando ese hombre o mujer mordido por la metralla enemiga pertenece a una guerrilla que cuenta con muy pocos recursos, en ocasiones ninguno, como ocurrió con los independentistas cubanos durante las guerras contra el colonialismo hispano.
Hemos seleccionado un grupo de documentos del General Julio Grave de Peralta, jefe de las fuerzas libertadoras que luchaban en el territorio de Holguín, en el Norte del Oriente de Cuba. De esa forma el lector comprenderá de primera mano la difícil situación de aquellos desdichados alcanzados por el fuego contrario y el esfuerzo de sus compañeros para atenderlos.
En los documentos se hace referencia a Antonio Lorenzo Luaces Iraola, quien nació en Puerto Príncipe, Camagüey, en 1842. Combatió en la Guerra de Secesión norteamericana en las filas del ejército norteño, con el grado de Coronel. Se incorporó a la Guerra del 1868 como expedicionario del vapor Perrit, que desembarcó por la Península de El Ramón, en la Bahía de Nipe, Oriente, en mayo de 1869. Esta expedición era dirigida por el General estadounidense Thomas Jordán.
Durante junio de 1869 fue Jefe de Sanidad de la División insurrecta de Holguín. Luego desempeñó importantes cargos en el Ejército Libertador. Cayó prisionero en un combate contra una contraguerrilla hispana y fue fusilado. Ostentaba el grado de coronel mambí. (1)
Sirvan estos documentos que reproducimos textualmente de recordación y tributo a aquellos héroes que atendieron a heridos y enfermos y no pocos dieron sus vidas por Cuba Libre. Respetamos la ortografía y redacción original de los documentos.
Nº 82
Republica Cubana División de Holguín. En virtud de encontrarse algunos heridos abandonados por distintos puntos en que han tenido que batirse nuestras tropas con el enemigo se hace indispensable destinar un local en punto seguro á fin de recogerlos y asistirlos como regularen las circunstancias en ese local debe permanecer siempre un médico y barbero para lo primero se nombran al C. farmacéutico Jose Manuel Guerra y para la segundo Pedro Guillen a los que se les hara entender la obligación que contraen y responsabilidad que tienen en caso de abandono. Como quiera que tampoco tenemos un hombre inteligente que con un botiquín se incorpore con nosotros para la campaña a fin de que a tiempo se atienda y curen los heridos que resulten es de absoluta necesidad se cubra esa plaza tan importante, y siendo el C. Gonzalo Torre capaz al efecto debe recaer en el su nombramiento como practicante que ha sido mucho tiempo. También es de necesidad un barbero le acompañe y como el C. Aquino Ramírez reúne las circunstancia que se requieren debe nombrarse con tal motivo para que se ponga (ilegible) á las ordenes de Torre. Con estas medidas creo se evitasen en los sucesivo las malas conveniencias que acarrean el abandono con que siempre se ha mirado ese asunto que debemos saber apreciar y evitaremos que los C.C. se desarmen como he sabido con sentimiento lo estan algunos que han tenido la desgracia de ser heridos ó enfermos. Espero que ustedes teniendo en cuenta las poderosas razones espuestas minaron de conformidad lo que exige la republica dios Patria y Libertad. Marzo veintitrés de 1869 El Gral= Julio Grave de Peralta= Al Comité Revolucionario de Holguín= (2)
Nº 397
Al Dr Antº L. Luaces Hospital de Bijarú= Junio 2 de 1869.
Contestando su comunicación de esta fha y deseando contribuir á sus esfuerzos le remito á sus órdenes uno de los dos ayudantes que me pide y deben encontrarse en esa el uno de ellos llamado Francº Baldon; y el que falta que le será remitido á la mayor brevedad.
Los cuatro negros sirvientes cuyos nombres le indico le entregarán el caballo, y no el (ilegible) por no haberlo de momento.
Dios P y L= Juan Lisada= Marcelino Villalon=Lino Carlos=Pablo Cos= (3)
Nº 451
Al Dr Antº L. Luaces. Bijarú Junio 4/869
Con esta fha. comunico al Juez Local de este partido de á Ud. los ausilios qe le pida cuando crea U. llegada la hora de emprender sin perjuicio de los enfermos el traslado del Hospital á Camasan según orden del Gral. en Gefe del Estado. Como comprenderá que Ud. su criterio cuando pueda emprender la marcha efectuarla. D. P y L.(4)
Nº 460
Al primer Gefe de Sanidad de esta Division= BIjaru Junio 5/869
Queda U autorizado pª la organización del hospital de Sangre qe debe establecerse en Camasan según orden qe tengo dada al C. Dr Jose Manuel Guerra Almaguer quien debe hallarse en aquel puesto, puede U para llevar á cabo su cometido pedir los ausilios qe jusgue necesarios á las autoridades de la jurisdicción encargándole haga observar el mayor celo pª esta organización. D & (5)
Nº 471
Al C. Tomás Jordan Gral. en Gefe del Ejercito de Oriente Camasan Junio 8 de 1869= Es considerable el universo de enfermos y heridos que existen en este Hospital y muy escases las medicinas para facilitarles los ausilios de que carecen, por cuya razón creo muy conveniente se sirva U. disponer le sean entregados al Doctor encargado de la asistencia de aquellos, las que fueren necesarias. (6)
Notas
1—Información tomada de: Escalante, Carlos Amel y otros, Diccionario enciclopédico de historia militar de Cuba Primera parte (1510-1898) Biografías. Ediciones Verde Olivo. La Habana, 2001, T. I p. 219
2–Museo Provincial La Periquera Fondo Julio Grave de Peralta libro de Borradores de Correspondencia de Julio Grave de Peralta. Copia 82
3—Ibídem 397
4—Ibídem 451
5—Ibídem 460
6—Ibídem 471
Inmersos en la Feria Internacional del Libro 2019, la vida cotidiana se llena de comentarios sobre textos, lecturas, críticas y halagos a escritores, poetas ensayistas, historiadores… en fin a todos los que llevan a la letra impresa u otro soporte sus criterios y análisis, sus sueños y esperanzas. Sin embargo, hay un universo olvidado tras cada libro. Especies de fantasmas que no vemos, pero están presentes en el doblar de una hoja, en el correr de las páginas en word o pdf a ellos va dedicado este artículo como un homenaje a quienes tanto hacen por nuestra felicidad espiritual.
Nos acercamos a Roddier Mouso Bähr, diseñador de la muy prestigiosa Editorial “Ediciones Holguín”. Nacido en esta ciudad en 1973 recibió desde pequeño una beneficiosa influencia familiar que el resume en un breve cúmulo de palabras: “Desde muy pequeño aprendí de mi padre a ser creativo. Él es una persona que llega a la esencia de las cosas y las logra descifrar, sin un manual que enseñe el cómo surgen se usan y se pueden mejorar, un empirismo que traté y aún trato de imitar”.
Continúa en su andar por los recuerdos de los que influyeron en su formación: “Estudié por tres años Artes Plásticas, en la Escuela de Arte de Holguín por lo que me gradué con título de Nivel Elemental en el año 1987. Fue una gran momento en mi formación como diseñador. Tuve maestros como Cosme Proenza, Pepe Vidal, José Emilio Leyva, el chino Ronda, entre otros.
La falta de madurez, impulsado por fantasías y deseos que solo pasan en la adolescencia, no me permitió proyectarme a mi futuro y no presente mis obras plásticas para pasar al nivel medio. Es entonces que solicito una carrera técnica, como primera opción para estudiar Construcción Civil y me graduó en el año 1992 con excelentes calificaciones”.
“Comienzo mi etapa laboral luego de graduarme en 1992, en medio del «Periodo Especial». Los trabajos como técnico de construcción eran una utopía y entonces logré contratarme en el poligráfico José Miró Argenter. Allí realicé trabajos artesanales como: orfebrería, joyería y hasta tuve que hacer una escultura de hierro para optar por una plaza de escultor que nunca se creó.
En 1996 surge el taller de serigrafía y comencé haciendo diseños para la reproducción de los mismos en pulóveres. Luego me convertí en impresor y llevaba las dos funciones de imprimir y diseñar. A partir del 2000 dedico mi profesión exclusivamente al diseño y trabajé en el departamento de comercial del Poligráfico hasta octubre del 2002”.
¿Cómo llegaste al diseño de libros?
-“Fue una casualidad o una oportunidad, no lo sé, solo aspiraba a un nuevo trabajo, que no tenía que ser precisamente diseñar.
Salí del poligráfico en el año 2002 y como era afiliado a la Asociación de Comunicadores Sociales aquí en Holguín, en aquel momento Asociación de Publicistas, el entonces presidente de la asociación Fabio Ochoa, me propuso presentarme a Lourdes González y acordamos un encuentro con ella en Ediciones Holguín. Ella era la directora. En esa época la editorial no tenía un diseñador y la plaza estaba disponible. Me presenté ante Lourdes y me puso a pruebas. El diseño del libro era desconocido por completo para mí. Tenía experiencia profesional, muy poca, solo seis años, como publicista y ninguna respecto al diseño editorial.
Fue el inicio de una larga y rica experiencia, aún recuerdo mi primer libro, Los dinosaurios, 2002. Ese libro fue muy difícil, pues no solo lo diseñé sino que también lo ilustré. Desde ese momento comprendí que para ser diseñador no bastaba con cualidades empíricas, había que prepararse y tener conocimientos técnicos para ejercer la profesión.
¿Cómo llevas a cabo el diseño del libro?
-Como cualquier producto que va dirigido al consumidor el libro también requiere de un diseño exclusivo, de una promesa beneficio para el consumidor, de una presentación visual atractiva, que invite al lector a tomarlo para que lo evalúe y decida llevarlo.
El libro es una importante pieza de comunicación que necesita de un equipo de especialistas para ser creado. El editor, el diagramador, el ilustrador y el diseñador se unen para materializar en un soporte, la mayoría de las veces impreso, las ideas de un escritor.
Si ese equipo de especialistas no hace un trabajo de mesa riguroso, antes de realizar el libro, se corre el riesgo de que el producto sea un fracaso, y quede inerte en un stand o punto de venta, aun cuando su contenido sea muy demandado.
El mercado del libro en Cuba es muy complejo. De forma general el libro en Cuba es subvencionado, por lo tanto lograr la venta del mismo requiere del esfuerzo de todos los que intervienen en el proceso, desde el escritor hasta de quien los vende.
Para diseñar un libro hay que tener en cuenta, y que funcione como una regla inalterable, conocimiento del contenido del libro y al público que va dirigido. El diseñador debe trabajar conscientemente para alguien y no para él.
¿Cuándo recibes un libro qué haces?
-La mayoría de las veces pido al editor que me hable de su contenido y que me dé su opinión de cómo él ve el libro terminado, es decir cómo le gustaría que quedara materializado, en cuanto a la ilustración, el color, etcétera. Es de gran ayuda intercambiar con el editor y agiliza el proceso creativo de un libro; la visión del editor es muy importante. El editor es el máximo responsable de una publicación y todo diseñador debe respetar su opinión, es el timonel del barco.
El intercambio define si es necesario un encuentro con el escritor. Pido al editor, si fuera necesario, un encuentro con el ilustrador para mostrarle las peculiaridades de las colecciones y la gama cromática a trabajar. Luego me reúno con el diagramador y le doy las pautas a seguir para el montaje del interior: tipografías, portadillas interiores, uso de blancos, ilustraciones, índice, etcétera. Mientras el diagramador hace su trabajo por las pautas que le orienté yo me dedico a la creación de la cubierta. Cuando todo ese proceso está terminado hago una revisión completa del interior del libro y evalúo, junto al editor, si es necesario, hacer algún tipo de cambio o corrección al diseño.
¿Contactas con el autor o el editor?
-Al escritor si fuera necesario, al editor siempre.
¿Desde cuando estas en Ediciones Holguín?
-Ediciones Holguín me ha permitido estar allí desde octubre de 2002.
¿Me puedes decir cuál es ese personal que está detrás del libro y ni el autor ni el público conocen?
-Todo libro tiene una página legal que expone las personas e instituciones que intervienen en su creación, pero hay muchas personas involucradas que no aparecen: programadores, impresores, vendedores de libros, directores o jefes, etcétera. También hay otros que cumplen un papel muy importante, al menos así lo veo yo y son esas personas que de buena fe hacen críticas en beneficio de una publicación o de la editorial que motivan a la creación de un mejor libro. A esos doy gracias por alentar.
Desafortunadamente a algunos autores o escritores no les interesa quienes están detrás de su publicación, es decir, los que intervienen en su realización, solo les interesa su libro y no tienen idea del «trabajo» que genera materializar un libro, pero igual hay muchísimos que si son agradecidos y hasta se vinculan directamente con el equipo editorial, tanto que hasta llegan a formar parte de ese personal anónimo que con esmero hacen libros.
¿Quiénes son y qué hacen cada uno?
-Formo parte del equipo profesional Ediciones Holguín, aunque he trabajado para otras editoriales, es allí donde me identifico, por supuesto, respondo la interrogante haciendo mención a ellos, al equipo Ediciones Holguín.
Lourdes González es la directora y vela por cada una de las publicaciones editadas y diseñadas, aprueba y evalúa con mucho rigor cada una antes de ir a imprenta.
Dunia Verdecia, Fidel Fidalgo y Eugenio Marrón son editores por plantilla pero también a ellos se le suma José Luis Serrano que, aunque es el responsable de la corrección, también es un excelente editor.
Rebeca Pantoja es la de diagramación y muy consagrada a su trabajo. En el proceso editorial es ella el enlace de todos los especialistas, respondiendo a las exigencias del editor y del diseñador.
La mecacopia es muy importante, en ella Silvia Guillén realiza transcripciones, correcciones y propone en ocasiones cambios. Es el apoyo de editores y diseñador y ayuda en correcciones de diagramación.
Kenia Leyva es nuestra activista y programa presentaciones y presentación de libros. También cumple función de editora.
Muchas son las instituciones que brindan servicios de impresión y nuestras publicaciones son impresas en diferentes poligráficos dentro del territorio nacional y en ocasiones fuera de nuestras fronteras.
¿Qué importancia tiene para ti el diseño?
-Sin diseño hoy no tuviéramos mercado, no tuviéramos un espacio agradable, fuéramos más insensibles.
Los productos se venden o consumen gracias al diseño, al ofrecimiento visual que propone y a la promesa beneficio representada gráficamente. Un diseño de algún producto, conocido incluso, que no sea capaz de atraer al consumidor y no muestre mayor nivel que el de la competencia, sin una promesa beneficio, trae consigo que dicho producto no sea aceptado y, por ende, no se consume, no importa si el producto tiene alta demanda. Por ejemplo, en el sector alimenticio, dos helados del mismo productor: uno con un envase atractivo y mostrando el helado en todo su esplendor a través de una gráfica en su etiqueta, con la marca y especificaciones de consumo; otro en un recipiente de nailon y sin presentación gráfica a un precio menor y sin que se sepa quién lo hizo. El primero, incluso a un precio mayor, ofrece más garantía y promete al consumidor un beneficio, por lo tanto en la competencia de ventas gana.
El diseño evoluciona con el desarrollo humano, y ofrece mejores productos, más confortables, seguros, prácticos y hasta a través del mismo nuestro cerebro nos hace sentir sabores y olores sin interactuar con el producto tangible que provoca adquirirlo.
Muchas editoriales cubanas no le dan importancia al diseño y lo marginan. También muchos diseñadores piensan que el diseño es una actividad exclusivamente artística y no es así. El diseño tiene arte, pero es comunicación.
Un artista realiza su obra por un placer personal, inspirado en algo. El espectador trata de construir una imagen de lo que ve y que no tiene que ser, precisamente, la misma que quiso expresar el artista.
El diseño se realiza por encargo y el diseñador tiene que ser capaz de comunicar al receptor una promesa beneficio real del producto diseñado que brinda su dueño. Una falsa lectura se interpreta sencillamente como un engaño.
Así de sencillo e importante es el diseño.
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