Por el Ms. C. José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

Invasión a Camagüey: 60 años después

De los proyectos invasores organizados por Fidel Castro uno de los menos valorados fue el que por orden suya realizó la fuerza de Orlando Lara a Camagüey.
Orlando Lara Batista, nació en San Germán, un barrio del antiguo municipio de Holguín, en el seno de una humilde familia. Luego se trasladó a Bayamo, donde ingresó en el movimiento clandestino. En agosto de 1957, se alzó al frente de un reducido grupo de combatientes, que se fue incrementando hasta formar una guerrilla que operó en los llanos del Cauto, entre los antiguos municipios de Holguín, Tunas y Bayamo. Fidel lo ascendió primero a Teniente y luego a Capitán. Se hizo famoso por su valor.

En junio de 1958 fue a la Sierra Maestra para aclarar una confusión que se produjo con unos proyectiles que el Che Guevara le envió a Camilo. Fidel le ordenó que se quedara en la Sierra Maestra para combatir la gran ofensiva batistiana. Durante los combates contra este ataque fue herido. Fidel lo designó jefe de la Columna 14 “Juan Manuel Márquez”, con el grado de Capitán. Murió en 1970 en un accidente automovilístico, en La Habana.

La idea de invadir la provincia de Camagüey había estado latente en varios de los oficiales de la guerrilla serrana. Camilo le expresaba a Fidel el 21 de abril: “Yo le escribí al Che pidiéndole me dejara ir a Camagüey. La idea fue mucho antes de ver a Lara, estaba ilusionado con eso por lucirme necesario pasar fuerzas nuestras a esa provincia (…) lo importante era hacerlo y se hará”. (1)

El Che también estaba ilusionado con una incursión en las llanuras camagüeyanas. Al respecto le decía a Camilo Cienfuegos al enterarse de la coincidencia de criterio de ambos. “No vayas a Camagüey todavía. Te diré que pensaba proponerle si fracasaba la huelga, (2) organizar una columna invasora de 20 hombres y dejarte varado en la zona, pero como te anticipaste por escrito, le propondré que sean dos columnitas con sus respectivos Comandantes”. (3)

Si las extensas llanuras camagüeyanas eran tentadoras para Camilo y el Ché en un sentido hasta emotivo, para Fidel formó parte de una estrategia y de una forma de actuar que era el atacar como parte de sus mecanismos de defensa. El 11 de abril Fidel le ordena a Orlando Lara que lleve a cabo una invasión a Camagüey con los grupos guerrilleros que comanda en el llano. En una carta del 17 de abril el Comandante en Jefe le da más detalle sobre sus planes invasores que debía de ejecutar Orlando Lara: “Tengo no solo el propósito de que hagas una incur¬sión sobre Camagüey, sino que pienso en ti para que con un grupo pequeño, pero bien armado pero con equipos automáticos seas el primero en llegar a la provincia de La Habana, que tiene por la zona de Jaruco (4) terrenos mag¬níficos para cuando la guerra se extienda hasta allá, yo sé que esto a ti no te puede parecer difícil». (5)

Definía sus propósitos inmediatos de llevar la guerra más allá de la provincia de Oriente en la referida carta a Lara: “Respecto a Camagüey no se puede pensar en una invasión normal y permanente hasta después que aplas¬temos la próxima ofensiva enemiga. (6) Ahora hay que realizar una incursión, Camilo irá abriendo la zona que queda intermedia. Tendremos que ir ocupando cada zona a medida que nuestra avanzada se aleje. Cuando Camagüey sea ocupado tenemos que cortar el abastecimiento de carne hacia la capital. Tengo noticias de que tienes muy organizado todo aquello, lo cual me satisface mucho. Hemos escuchado distintas partes de combates por esa zona. Tenemos deseos de recibir noticias y estamos tranquilos porque sa¬bemos que con ustedes no van a salir bien parados. Reci¬be un fraternal abrazo, tú y todos los compañeros.

Fidel Castro Ruz.” (7)

Según estos planes mientras el ejército avanza hacia la Sierra Maestra las guerrillas se infiltran en la retaguardia profunda invadiendo Camagüey y llevando la guerra hasta la misma Habana. Lara no tarda en cumplir la orden del Comandante de la invasión a los llanos camagüeyanos. Le informa en una carta de fecha cuatro de mayo.

Cumpliendo las órdenes suyas de abril 11/58, le diré que envié 60 hombres bien armados para la provincia de Camagüey, están posesionados ya en el lugar conocido por Santa Lucia de Nuevitas, el traslado se hizo en camiones, salieron el día 29 llegando al lugar el día primero, teniendo los contactos ya hechos en dicha zona, los cuales los estaban esperando ya. Ayer recibí un mensajero que mandó el Primer Teniente José Botello Ávila, el cual es el que está al mando de los 60 hombres, junto con los Tenientes Alfredo Lapinet, Teofilo Carmenate y los Subtenientes Paulino Hernández y Ventura Pérez, las órdenes que dicho batallón (8) llevaba se las di por escrito, muchos sabotajes a la compañías de transporte, industrias grandes y tener contacto con el ejército, siempre que fuesen emboscadas, limpiar de chivatos la zona, comprometer, organizar y armas el campesinado, hacer almacenes secretos de abastecimientos, dividir a los 60 hombres en dos grupos y uno de ellos que opere en la zona de San Miguel en el lugar que ellos están, hay un monte de mil 600 caballerías que llega del Mijo al mar y de Tabar a San Miguel de Nuevitas, dicho grupo lleva las siguientes armas: 9 Sprinfields, 8 escopetas 12 automáticas, (9) 10 escopetas 16 automáticas,(10) siete 44, seis 22 automáticos, dos 22 HP con algunas balas y los demás iban armados con revólveres y pistolas.” (11).

Además de las armas Lara le dice a Fidel que: “Al grupo que mandé para Camagüey después de equiparlo con todo, le entregué al Primer Teniente José Botella Ávila la cantidad de $2 600.00”. (12) Por fin termina la larga carta anunciándole una visita a la Sierra y renueva su perenne solicitud de armas: “Es muy probable que antes de trasladarme para Ca¬magüey le haga una visita, pues yo quisiera conseguir con usted una Brownig y yo creo que exponiéndola ciertas razones personalmente creo que no me la niegue.

Bueno Comandante, cualquier explicación se la puede pedir a Nova. Reciba usted un saludo cariñoso y há¬galo extensivo a toda la tropa.” (13)

El 30 de abril bajo las órdenes del Teniente Botello salió la primera guerrilla de la finca Puchari en el municipio Victoria de Las Tunas y campamento de Lara hacia Camagüey. Estaba integrada por 31 combatientes. Este grupo realizó diversas acciones en Camagüey como sabotajes a las vías férreas, ajusticiamiento de un miembro del Servicio de Inteligencia del regimiento, acciones contra el transporte por carreteras y vía férrea. (14) El segundo grupo que invadió la zona sur de Camagüey iba bajo el mando del Teniente Roberto Reyes: “El Baracoense” y lo integraban 28 combatientes, salió el 21 de mayo. Contaban con 8 Springfield, una carabina 30 30, un crak, 5 winchester y el resto escopetas. (15) Lograron llegar hasta su zona de operaciones. Realizaron algunas acciones entre ellas tres combatientes se introdujeron en un tren de pasajeros y dominaron la escolta apoderándose de tres fusiles Springfield, mataron dos soldados e hirieron uno. (16) En otra acción ajusticiaron a un sargento del servicio de inteligencia también actuaron contra el transporte con acciones de destrucción de ómnibus. (17) Ambas fuerzas operan en Camagüey hasta fines de agosto que retornaron a Oriente por orden de Lara. (18) La importancia de esta tropa es que mantuvieron la lucha guerrillera en la región y atrajeron fuerzas de la dictadura en momentos en que se desarrollaba la gran ofensiva de Batista contra la Sierra Maestra. (19) En una acción murió Roberto Reyes el Baracoense. En septiembre de 1958 estas tropas regresaron a Oriente por órdenes de Orlando Lara. Ambas guerrillas que participaron en la invasión de Camagüey contaban con armas deficientes y poco parque. Pero habían alcanzado una gran experiencia combatiendo, sobreviviendo en condiciones muy adversas, es lógica la orden de que regresan a Oriente donde podían recibir mejores equipos y participar en los planes ofensivos organizados por Fidel.

En cierta forma esta operación fue la mayoría de edad de los llamados escopeteros, tropas rebeldes que operaban en los llanos armadas fundamentalmente de este tipo de arma. Además quedó en evidencia la confianza de Fidel en la guerra de guerrillas. Por muy adversas que fueran las condiciones geográficas, una tropa irregular podía sobrevivir como demostraron estos hombres. Fue un gesto del respeto que sentía por Orlando Lara y de lo objetivo que era en sus análisis. Este guerrillero había desarrollado su vida revolucionaria fuera de la Sierra Maestra, sin embargo, Fidel lo trató al igual que a los hombres que se forjaron directamente bajo su mando.

NOTAS
1.-Gálvez Rodríguez William, Camilo Señor de la Vanguardia, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 39.
2.-Se refiere a la huelga de abril de 1958.
3.-William Gálvez Rodríguez, ob. cit. p. 44.
4.-Estas orientaciones de Fidel de establecer guerrillas en el Occidente de la isla se cumplieron cuando, en julio de 1958, Dermidio Escalona Alonso, creó un frente guerrillero, en Pinar del Río.
5.-Carta de Fidel Castro a Orlando Lara Batista del 17 de abril de 1958 Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado República de Cuba, La Habana.
6.-Se refiere a la ofensiva preparada por el ejército de Batista contra la Sierra Maestra en el verano de 1958 y que fue derrotada.
7.-Ídem.
8.-Lara exagera al llamar batallón aquel grupo de guerrilleros. En el lenguaje coloquial se llama batallón a una cantidad relativamente numerosa de personas ese es el sentido de esa expresión.
9.-Se refiere a escopetas de caza de cartuchos calibre 12 con las que se podían hacer varios disparos.
10.-Eran escopetas de caza calibre 16 automáticas lo que permitía hacer varios disparos.
11.-Carta de Orlando Lara al comandante en Jefe Fidel Castro de fecha 4 de mayo de 1958 Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado de la República de Cuba en la Ciudad de La Habana.12–Ídem.
13.-Ídem.
14.-Comisión de Historia de las columnas 11 y 13 del Frente Camagüey Frente Camagüey, Editora Política La Habana, 1988, p. 98.
15.-Ibídem. p. 100.
16.-Ibídem. p. 101.
17.-Ibídem. pp. 102- 103.
18.-Ibídem. p. 125.
19.-Para más información sobre estas guerrillas ver: Comisión de Historia de las columnas 11 y 13 del Frente Camagüey Frente Camagüey Editora Política La Habana 1988 pp. 93 -126.

La expedición del Corynthia

El 10 de marzo de 1952 se produjo el golpe de Estado que llevo a la presidencia a Fulgencio Batista. La respuesta del pueblo no se hizo esperar, cientos de hombres y mujeres de diversas tendencias políticas se opusieron al zarpazo castrense. Imposible de darle una solución pacifica ante la terquedad y prepotencia del tirano se pasó a la solución militar. Se produjeron los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, la expedición del Granma, el ataque al Palacio Presidencial, el desarrollo de la lucha guerrillera y clandestina.

Carlos Prío Socarrás, el presidente derrocado, y los principales dirigentes de su partido crearon la Organización Autentica, que pretendía por medio de la lucha armada derrocar al tirano. El gobierno de Prío Socarrás se destacó por su nivel de corrupción y la organización que formó para enfrentar el tirano quedó marcada porque su máximo dirigente se mantenía en la seguridad del exilio. Pero no hay duda que un grupo de hombres honestos y deseosos de combatir al tirano sentaron filas en aquella organización. De esta estirpe era el grupo que el 28 de mayo de 1957 fueron masacrados en el territorio mayaricero.

Para entender lo que pasó aquel día es necesario remontarnos a noviembre de 1956. En ese mes mientras en México se preparaba la expedición del Granma, alrededor de 149 revolucionarios de diversas tendencias (1) formaron filas en el Partido Auténtico que les brindaba la esperanza de combatir al tirano. Debían de ser trasladados al exterior y prepararse en un estado del área del Caribe que le ofrecería entrenamiento. La mayoría pensó que sería en Costa Rica, gobierno que había tenido contradicciones con el tirano por las críticas del presidente de ese país, José Figueres, a Batista.

Para asombro de todos los hombres que se habían reunido en México y Miami abordaron aviones nicaragüenses. Inmediatamente surgió una pregunta ¿El sanguinario tirano Somoza apoyara sinceramente la lucha contra su homologo cubanos? La sorpresa fue mayor cuando el grupo fue conducido a Santo Domingo, capital de República Dominicana y trasladado a un campo de entrenamiento establecido por el ejército de ese Estado. En esos momentos dominicana estaba bajo el dominio de la dictadura de Trujillo “el vómito de América”, como lo llamaría el intelectual cubano Raúl Roa. ¿Por qué este asesino sin escrúpulos entrenaba a este grupo de hombres ilusionados con la libertad de su pueblo? Ambos tiranos habían entrado en contradicciones que el historiador William Gálvez definió en estos términos “…una pugna de intereses que enfrentaba, de manera ridícula, a las figuras ególatras de Batista y Trujillo.” (2)

Muy pronto Trujillo suspendió su apoyo a los futuros expedicionarios que fueron trasladados en abril de 1957 fuera de la sufrida República Dominicana. Ambos tiranos acabaron entendiéndose y Trujillo apoyo al tiranuelo cubano. La mayoría rompió con la organización autentica y decidieron sumarse a otro movimiento como el dirigido por Fidel que había demostrado su honestidad. Pero era difícil llegar a las montañas cubanas desde el exterior y existía la posibilidad de quedar vegetando en el exilio, rumiando el fracaso de enfrentar la tiranía con las armas. Un grupo de alrededor de 40 persistieron. De ellos se hizo una selección de 27 que quedaron incorporados al proyecto expedicionario encabezado por Prío.

El barco utilizado seria el yate Corynthia de unos 100 pies de eslora y 20 de ancho adquirido por Prío en nueve mil dólares. El propietario le informó que tenía desperfecto en el motor. Pero el expresidente quería lanzar hacia Cuba la expedición lo más rápido posible. Es posible que lo moviera el interés de querer crear un grupo guerrillero pues ya actuaba en la Sierra Maestra, el dirigido por Fidel Castro. Pero fuera por uno u otro motivo no sometió la embarcación a las reparaciones que necesitaba. Además se compraron botas de mala calidad y los alimentos acopiados no eran apropiados para el objetivo que perseguía el grupo de realizar una travesía relativamente larga y luego crear una guerrilla. Incluso a última hora el Capitán de la nave tuvo un accidente y no pudo ocupar su puesto El maquinista se encargaría de conducir la embarcación.

Lo peor de todo era que el servicio de inteligencia de la dictadura había logrado penetrar a la organización autentica, dos de los expedicionarios resultaron agentes de Batista. Lo que concluyó rompiendo la cohesión del grupo era que Carlos Prío, el líder del movimiento, se quedaba en Miami mientras sus hombres iban a la muerte. En Cuba existía una tradición que las figuras máximas de los movimientos revolucionarios siempre se encontraban en la primera fila a la hora de combatir. En un gesto tradicionalmente politiquero, Prío los despidió en el muelle y le entregó una bandera con su firma. Esto desconcertó a varios expedicionarios, la bandera no tiene propietarios pertenece al pueblo.

Otros hombres con menos convencimiento de luchar contra la dictadura tenían suficiente elementos para abandonar aquella empresa pero prevaleció el espíritu de ir a combatir a la isla y se impuso el deber en aquel grupo de jóvenes. El 19 de mayo salieron de Miami en el yate Corynthia. Al día siguiente recibieron las armas que consistían en Springfield, carabinas y subametralladoras. La travesía estuvo llena de dificultades. Mientras navegaban en la cercanía de las islas Andros uno de los motores fallo. Luego ante la presencia de una fragata cubana tuvieron que cambiar de rumbo hacia el Norte para aparecer como un yate de veraneantes que retornaban a un puerto estadounidense. Se acercaron peligrosamente a unos bajos en las Bahamas y se vieron en la obligación de suspender la marcha y pasar la noche allí ante la amenaza de naufragar. Un mal tiempo se agregó a los inconvenientes. Comenzó a entrar agua en la embarcación pues unos tapones cedieron ante el oleaje y fue necesario achicar con cubos. Pronto apareció la sed pues la navegación se había prolongado demasiado. Por fin desembarcan en Cayo Saetia, perteneciente al municipio de Mayarí. Lo que creo un problema pues aquello era un Cayo. Por suerte unos humildes pescadores que se encontraban en el lugar los ayudaron a trasladarse a la isla de Cuba. Se iniciaba una odisea para aquel grupo.

Hubo un error inicial. El jefe de la expedición Calixto Sánchez les dijo a los pescadores que una vez concluido el traslado podían denunciarlos a las autoridades para evitarles problemas y los acusaran de ayudar a los expedicionarios por obligarlos estos. En esta decisión seguramente influyo la solidaridad brindada por los pescadores desde el primer momento. Pero los revolucionarios necesitaban tiempo para internarse en los campos y alejarse de la costa. Evitar que el ejército se movilizara rápidamente contra ellos en momentos en que estaban agotados por la larga travesía y debían de acostumbrase a las interminables caminatas de la guerrilla.

El 24 de mayo el puesto naval de Antillas informaba que “…unos pescadores dijeron que un grupo de hombres armados que llegaron en una embarcación de recreo los obligaron a ayudarlos a desembarcar” (3) De inmediato comenzaba la movilización militar para tratar de liquidar a los expedicionarios. La lancha de la marina de guerra SV-5 informaba poco después por fonia “haber avistado yate embarrancado…” (4)

El jefe del regimiento de Holguín Coronel Cowley el 24 salió en un avión de enlace para la zona. Del escuadrón de la guardia rural de Mayarí, se trasladaron fuerzas a la zona. Mientras los expedicionarios se adentran tierra a dentro pero pronto comenzarían los problemas Dos de ellos se niegan a continuar, otros dos apenas pueden caminar por la fatiga del viaje. Se deja a un oficial expedicionario custodiándolo. Pero los dos que se niegan a caminar aprovechan que el oficial que los custodiaba se duerme y escapan. Según el historiador William Gálvez: “Realmente ambos individuos eran infiltrados de la tiranía en la Organización Autentica” (5)

Al atardecer del 25 los expedicionarios dejaban atrás el bohío de la campesina Evangelina Fonseca y continuaban su marcha tierra adentro. Mientras desde la Habana se enviaba vía aérea refuerzos al regimiento de Holguín. “Un gigantesco cerco comenzó a cerrarse en torno a los expedicionarios” (6) Mas de 700 militares participaba en la persecución de los expedicionarios y además la cifra se incrementaba con la llegada de refuerzo. Según el referido historiador Gálvez Rodríguez la correlación era 33 a 1 a favor del ejército.

En la mañana del 28 de mayo el grupo de expedicionarios fue localizado por las fuerzas armadas en un lugar conocido por Monte Santo. El jefe de las tropas batistianas dio órdenes de rodear a los revolucionarios. El número de revolucionarios había disminuido, muchos habían quedado rezagados. Según el estudioso al que hemos hecho referencia; “La sorpresiva acción hizo creer a los extenuados combatientes del Corynthia que estaban perdidos; no atinaron a establecer una adecuada defensa y entre ellos comenzaron a correr el desaliento y las voces de quienes creían necesario rendirse.” (7) Lo que realizaron bajo la promesa que les respetarían la vida.

La orden que tenían los oficiales que los capturaron eran el de ejecutarlos de inmediato. En total habían sido apresados 16 expedicionarios. Fueron trasladados hasta un pequeño naranjal a orillas del arroyo La Marea y asesinados ese mismo 28 de mayo de 1957. Uno de ellos, Humberto Vinat Agüero, quedo con vida pues fue cubierto por los cuerpos de sus compañeros. Cuando los esbirros se retiraron se levantó y camino por la orilla del arroyo la Marea hasta la casa de la familia campesina Duran Pajon donde le dieron ropa limpia y atención. Luego se trasladó al poblado de Mayarí desde donde envió un telegrama a su familia en La Habana solicitando dinero. Denunciado por un delator fue detenido y asesinado. Su cuerpo nunca apareció.

La carta de despedida del jefe de la expedición Calixto Sánchez White a su hijo en cierta forma es el testamento político de aquel grupo de héroes de sus aspiraciones a libertar la patria.

20 de mayo de 1957

Querido Calixtico:
Con apenas unas horas para escribirte hago estas líneas. Comprendo que eres muy pequeño para comprender ciertas cosas, pero algún día te darás cuenta lo que es luchar por ideales hasta punto de ofrendar la vida por una causa.

No te dejo nada que pueda tener valor material, pero como herencia te queda el recuerdo de tu padre que lucho y mantuvo una vida honesta. Quiero que cuando seas mayor sigas mi ejemplo: no podemos pasar por la vida sin haber contribuido a algo útil a la sociedad.
Estudia mucho que los conocimientos te harán falta para desenvolverte en la vida., se bueno y ante todo cubano. Creo tener buenos amigos, si algún día los necesitases acude a ellos sin vacilaciones.

Que Dios te guarde y me dé la oportunidad de verte de nuevo. Te quiere tu padre con toda el alma.
Calixto. (8)

Todos ellos ofrendaron sus vidas por una causa.
Expedicionarios asesinados el 28 de mayo de 1957
Calixto Sánchez White.
Joaquín Ferrer de Blanck.
Gustavo Ferrer de Blanck.
Hubert de Blanck Ortega.
Cleto Collado del Cueto.
Luis Vázquez López.
Ernesto Ceballos Baeza.
Pedro Pablo González Mir.
Roberto Martínez Riverón.
Juan Fornet Piña.
Sergio Sierra Cabrera.
Saúl Delgado Duarte.
Humberto Vinat Agüero.
Jorge Prieto Ibarra.
José Alberto Félix Suecun Gutiérrez
Jesús Iglesias Cornivell

Notas.
1 William Gálvez Rodríguez, Salida 19 Operación Comando, Ediciones Holguín, 2007, p. 181
2 Ibídem p. 183
3 Ibídem p. 177
4 Ibídem p. 177
5 Ibídem 192
6 Ibídem 194
7 Ibídem pp. 202 203
8 Ibídem pp. 204 205

Rejondón de Báguano: La frontera entre la muerte y la vida

Los choferes que se dirigen desde Holguín a Mayarí al llegar a un lugar de la carretera que une a ambas poblaciones llamado Rejondón de Báguano aminoran la marcha y toman todo tipo de precauciones. Comienzan a ascender una empinada colina que se combina con una peligrosa curva. El bello paisaje que se contemplan desde ese lugar tiende a calmar los ánimos de los viajeros.

Con un mínimo de precauciones tan solo nos queda como recuerdo del lugar el asfalto de la carretera cortando la colina o el paisaje que se abre en un recodo de la vía como un hermosísimo desgarrón que nos ofrece la naturaleza. Pero si aquella colina pudiera contar lo que ha ocurrido en el contorno tendríamos a nuestra disposición una historia terrible donde se entrelazan los quejidos de los heridos con los cuerpos de hombres destrozados por la metralla o el filo del machete. Allí se desarrollaron intensas acciones combativas en las guerras libradas por los cubanos para alcanzar su plena independencia. Hagamos un alto y recordemos esta historia bélica.

En junio de 1872 en Rejondón de Báguano se realizó una poderosa concentración de tropas insurrectas bajo el mando del General insurrecto cubano Calixto García. La idea era atacar a la ciudad de Holguín. Esta población está situada a unos 30 kilómetros de la costa Norte del Oriente de Cuba. Calixto con una parte de las fuerzas se dirigió a Samá y atacó un poblado de ese territorio. Era un lugar bastante alejado de Rejondón de Báguano. El propósito era atraer al enemigo hacia aquella zona y que se desguarneciera a Holguín. Los españoles creyeron que aquella era la acción principal del enemigo y lanzaron una poderosa columna hacia Samá. Esta fue derrotada en Veguitas de Banes por los hombres de Calixto.

En Rejondón de Báguano Calixto había dejado gran parte de sus tropas bajo el mando del brigadier Manuel Calvar. Este tenía bajo sus órdenes a aguerridos combatientes como el Coronel Antonio Maceo y el Teniente Coronel Camilo Sánchez. El presidente Céspedes y el ejecutivo acompañaban a las tropas. El 29 de junio de 1872 Calvar dio órdenes de realizar una exploración por las inmediaciones. El jefe de esta al retornar le informó que no había tropas enemigas en los alrededores. Calvar decidió que la mayoría de las fuerzas bajo su mando se dispersaran por los alrededores en busca de alimentos. Los mambises no tenían logística por lo que esa era una de las formas para conseguir las vituallas. La exploración no había descubierto que una poderosa columna se movía por la zona protegiendo a un convoy. Al descubrir el campamento los españoles atacan y se enfrascan en un intenso combate. Calixto describió aquel combate en estos términos.

“El día 29 de junio último, como a las 10 de la mañana, se presentó el enemigo con fuerzas considerables a una de las avanzadas del Cuartel General, situado aquel día en el “Rejondón de Báguano”. El General Manuel Calvar, que comandaba la fuerza acampada allí, y el Coronel José Antonio Maceo, Jefe de la fuerza de Cuba, destacada actualmente en Holguín, que vino en su auxilio, apenas oyó los disparos de la avanzada, resistieron vigorosamente al enemigo, que se declaró al fin en vergonzosa fuga, después de 6 horas de combate, habiendo dejado en el campo 115 cadáveres, 146 rifles, 14 000 cápsulas, 52 caballos y 30 de ellos muertos, y otros muchos efectos, llevándose sin duda muchos heridos, y habiendo caído prisioneros el Teniente José Martínez del Castillo con 10 soldados, que fueron juzgados por consejo y fusilados el 30. Por nuestra parte tuvimos 20 bajas compuestas de 5 muertos, entre las cuales figuran el valiente Teniente Coronel Camilo Sánchez….” (1)

Los mambises en respuesta a la implacable guerra desatada por el Estado español donde se ejecutaba de inmediato a todos los independentistas decretaron la guerra a muerte por la que a los capturados luchando contra los revolucionarios eran juzgados en un consejo de guerra verbal, condenados a muerte y ejecutados.

Carlos Manuel de Céspedes, en carta a su esposa, describió la muerte del Teniente Coronel Camilo Sánchez: “Como todo triunfo cuesta algo en la vida, tuvimos el sentimiento de perder al bravo Teniente Coronel Camilo Sánchez que al principio de la pelea, encontramos en el camino, muy alegre, diciéndonos: “voy hacerle unos tiritos”. El ataque de las fuerzas que él mandaba fue el que pronuncio la fuga y derrota de los españoles…” (2)

El poeta mambí Fernando Figueredo Socarras, presente en aquella acción, nos dejó una singular descripción del momento más difícil del combate cuando el enemigo en su ataque penetro en el acantonamiento de los cubanos:

Ya dentro del campamento
Se introducen los soldados:
Fuego se oye a todos lados,
Que no cesa ni un momento:
Mientras sus pliegues al viento
Suelta la enseña estrellada
A bayoneta calada
Nos atacan fieramente…
¡Y en tanto, siempre en mi mente
Te llevo, madre adorada!

Nosotros, machete en mano,
Atacamos con destreza,
Humillando la fiereza
De los siervos del tirano:
Ya el corneta del hispano
Nos anuncia retirada,
Ya en fuga precipitada
Se declaran al instante:
Y al gritar ¡Fuego!, ¡Adelante!,
Pienso en ti, ¡madre adorada! (3)

El combate de Rejondón de Báguano fue la primera gran victoria cubana luego de iniciada la ofensiva española en 1869 que casi logro exterminar el movimiento revolucionario cubano.


NOTAS

1.-Periódico la Revolución de Cuba, N. Y.- 9 de noviembre de 1872. ANC. Donativos y Remisiones. Fuera de Caja No. 2
2.-Portuondo, Fernando y Hortensia Pichardo. Carlos Manuel de Céspedes. Escritos. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1982, T. 1 p 134
3.-El bosque de los Símbolos: Patria y poesía en Cuba Tomo I Siglo XIX Selección, prólogo y comentarios de Roberto Manzano Letras Cubanas, La Habana, 2010 pp. 495, 496, 497