José Abreu Cardet

La escritora y las costas de Holguín

Colón halagó las costas holguinera escribiendo sobre su belleza. Pero desde aquel octubre de 1492 este litoral parecía abandonado por los viajeros que han escrito memorias sobre la isla. No sería hasta 1914 que otros ojos fueron deslumbrados por estas playas y bahías. La escritora española Eva Canel visitó Cuba en ese año. Emprendió un recorrido por toda la isla desde Pinar del Río hasta Baracoa. En 1916 publicó un libro donde refleja sus impresiones de ese viaje.

Una buena parte del recorrido lo hizo en un buque de cabotaje. En esta embarcación fue desde La Habana hasta Santiago de Cuba. Del libro de la escritora española seleccionamos sus anotaciones sobre los momentos en que el buque navegaba frente a las costas de la actual provincia de Holguín. Avancemos junto con ella por esta costa fascinante. Lo interesante de este texto es que junto con las descripciones de hermosos paisajes la escritora penetra en la geografía humana. Démosle la palabra a esta enérgica y sensible asturiana.

“Pero si Puerto Padre se parece a los Dardanelos; (1) en cambio la entrada de Banes (2) no se parece más que a sí propia. Dudo que haya en el mundo otra que mayores admiraciones arranque. ¡Y pensar que la inmensa mayoría de los cubanos no conocen estas excelsitudes naturales de su tierra!

Hay momentos en que el barco entra en un círculo y no es posible adivinar por algunos minutos cuál será la ruta a seguir; cuando la proa queda enfilada definitivamente, entonces nos asalta la duda de sí cabremos por aquella boca tan estrecha.

La navegación del Alto Magdalena en Colombia guarda semejanza con la entrada de Banes. Tiene aquélla la majestuosidad que las montañas le prestan y saltos que allí se llaman “chorros”, saltos que en las grandes bajantes del río dan ocasión a escenas pintorescas para ayudar a subir los vapores.

La entrada de Banes no se desliza entre montañas, pero el terreno de sus orillas es feraz, hermosísimo y de vez en cuando adornado de viviendas soñadoras, aunque para soñar hay que olvidarse de los Mosquitos, única bestia feroz, enemiga de estos admirables parajes.

El embarcadero de Banes, donde atracó “Las Villas”, (3) es muy hermoso: profusión de palmeras y de árboles colosales, calles, viviendas amplias… pero todo propiedad de la compañía del ferrocarril, dueña del muelle y de cuanto se ve: viviendas que alquila por precio mínimo, es verdad, a los empleados, prácticos, y demás familias que de ella dependen.

Estuvimos de visita en casa del práctico mayor, D. José Martínez, un viejecito asturiano más antiguo en la isla que D. Andrés Nogueira. En casa de este buen paisano, encontramos a la maestra de Embarcadero, una simpática y distinguida joven que tiene muchos más niños bajo su inteligencia y su cuidado de lo que materialmente puede atender, pero no se lamenta ni se queja de nada: cumple su deber, tomándolo como debe tomarse: con el carácter de Apostolado para que surta efecto.

Otro practico, asturiano también, he conocido en Banes; y éste es joven, avilesino, simpático y está casado con una hermosa y simpática cubana. Carlos Morán nos llevó asimismo a su casa y pasamos algunos momentos en su elegante morada.

Tanto la familia del práctico mayor como la señora de Morán nos llenaron de atenciones.

Estas visitas las hice con el capitán Bilbao, y algunos otros tripulantes; el primero recibía en todos los puertos felicitaciones entusiastas por ser el primer viaje que mandaba “Las Villas” como capitán suplente y que no era cortesía banal bien quedaba patentizado.

En Gibara (4) bajé a tierra de noche, lanzándonos heroicamente muelle adelante por uno más obscuro que boca de lobo: a pesar de esto y de la extensión del muelle (5) y de algún recobeco difícil en tantas obscuridades, como la novedad siempre tiene atractivos, el paseo no había de carecer en absoluto de ellos.
Me fui a la “Colonia Española”; (6) no estaba el presidente, pero encontré un amable secretario y también a D. Javier Longoria (7), que me dijo, entre suspenso y asombrado:

-¿Qué hace usted por aquí? ¿De dónde sale usted? (8)

-No necesito jurar que me causó impresión el encuentro con el señor Longoria, esta reliquia que mucho deben querer en Gibara y seguramente la quieren. D. Javier Longoria no es muy viejo, pero se conserva mucho más joven de lo que debe ser; ha cambiado poco… Su semblante es más triste…

Ha perdido un hermano querido hace poco tiempo y su tristeza tiene la más legítima explicación.

Otra sorpresa me estaba reservada en Gibara. Me presentaron un miembro de la directiva (9) de apellido Loza y al preguntarle si tenía alguna hermana en la República Argentina y si era nativo de la Caridad, me contestó:

– Sí, señora; mi hermana Antonia.

No solamente lancé un grito de sorpresa, sino de alegría. Antonia Loza es la esposa del Dr. Pérez Redondo, un distinguido médico, un caballero cumplidísimo, que goza de grandes consideraciones en Paraná, una de las capitales más cultas de la República Argentina y cabeza de la rica provincia de Entre Ríos. Encontraba el hermano de tan buenos amigos. (10)

No hay para qué decir que mi sorpresa fue satisfactoria.

Volví a bordo pronto, porque la obscuridad del muelle me asustaba un poco y no ví nada de lo que se llamó “Covadonga Chiquita” (11) porque como digo, era poco a propósito la hora; pero el edificio de la Colonia me pareció bien y el salón muy hermoso.(12) Dejé la visita para el regreso.

! La bahía de Nipe! (13)¡ Qué bahía¡ ¡ Qué hermosura¡ ¡ Que grandiosidad¡ Caben en ella todas las escuadras del mundo, pero no caben las fauces abiertas de los que allí lo mandan todo y lo dominan todo y lo absorben todo.

Hace muchos años era yo muy joven, oí hablar de la bahía de Nipe, con tono de negocio, de compañía anónima; con dejos de chanchullo, que no sé en qué consistía ni de qué se trataba. Recuerdo que desde el Perú se vino a Nipe un español empleado en las oficinas; un excelente tenedor de libros o cajero o no sé qué.

Lo habíamos conocido en Lima mi marido y yo y desde Nipe nos escribió a Madrid siendo ésta la primera vez que llegó a mis oídos el nombre de la famosa bahía. Creo que este señor fue el que habló a mi marido de los chanchullos de dicha compañía, de la cual si no era presidente el general Serrano, no le faltaba mucho, pero seguramente los chanchullos no llegaban a él, porque el duque de la Torre era de la misma madera de Martínez Campos (14): un político detestable, ajeno a negocios en que se ganase dinero con malas artes. (15)

Aquel Nipe lo tenía yo en el pensamiento; hoy lo llevo sobre el corazón después de haber surcado esa bahía que cuenta 31 millas de circunferencia al abrigo de todos los vientos, con aguas azules y tranquilas, y costas para cuya belleza hay que inventar superlativos.

Esta hermosura la dominan los extranjeros codiciosos, todo es suyo: las minas dan derecho a esto y mucha más; nadie les va a la mano.(16) ¡Oh, Martí, Martí¡ ¡ Qué falta nos has hecho a todos¡” (17)

NOTAS
1—Dardanelos: Estrecho entre la península de los Balcanes y la Anatolia Los muchos viajes y países visitados y la amplia cultura de Eva Canel le permiten hacer diversas comparaciones con lugares visitados o conocidos por referencia.
2—Banes, ciudad donde radicaba la dirección de la compañía estadounidense United Fruit Company. El municipio se fundó en 1910. En 1919 el mismo contaba con 27391 habitantes.
3—“Las Villas” era el buque de cabotaje en que Eva Canel hizo este viaje desde La Habana a Santiago de Cuba.
Edesde aquí cambair

4– En su descripción la autora rompe con el orden cronológico de los acontecimientos, pues este barco como era usual primero llegaría a Gibara y luego a Banes.
5– La bahía de Gibara tiene poca profundidad por lo que fue necesario construir un largo muelle. Este muelle por el que desembarco Eva Canel en aquel momento era propiedad de la familia gibareña Beola. Fue destruido por el ciclón Flora en octubre de 1963.
6—Colonia española así se le llamaban en Cuba a las sociedades españolas de recreo.
7- Javier Longoria. Rico inmigrante asturiano radicado en Gibara.
8– Eva Canel había vivido en Cuba en la década de los noventa hasta el fin del imperio español. Desempeñó un importante papel como periodista combatiendo al independentismo. Era muy popular y estimada en los medios integristas.
9—Se refiere a la directiva o dirección de la sociedad de recreo española de Gibara.
10— Argentina era centro de una poderosa inmigración española en esa época. Eva vivió muchos años en ese país.
11– Covadonga Chiquita, con ese nombre fue conocida Gibara durante las Guerras de Independencia. La numerosa inmigración española establecida tanto en el puerto como en el hinterland de este actúo con gran energía defendiendo el integrismo.
12—El edificio de la Colonia española actualmente es la casa de la cultura de Gibara.
14– Bahía de Nipe, la mayor de Cuba y una de las mayores del mundo. Situada en la costa norte del oriente de Cuba en ella se encuentran el puerto de Antillas y los embarcaderos del demolido central Guatemala y de la también desmantelada planta de níquel de Nicaro.
15– Arsenio Martínez Campos, militar y político español tuvo un papel destacado en la liquidación de la guerra de 1868. Fracaso en su intento de aplastar el movimiento revolucionario en 1895.
16– En la década de los ochenta del siglo XIX se creó una sociedad anónima para la explotación de la zona de Nipe que llegó a ser presidida por el general Serrano, marqués de la Torre. La sociedad entró en relaciones con el banco Romano de París. Al fracasar la sociedad en Francia se hizo una nueva compañía con participación francesa para construir un central azucarero. La guerra de 1895 puso fin a la empresa. Para más información ver de un colectivo de autores United Fruit Company: Un caso del dominio imperialista en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, P 41
17—Se refiere a las empresas de origen estadounidenses que explotaban la cuenca de la gigantesca bahía en esa época.
18—Eva Canel pese a ser una integrista convencida conoció a José Martí en New York y reconoció la grandeza y el profundo nacionalismo de su enemigo de ideas. Es interesante esta reflexión de esta mujer de ideas reaccionarias sobre el papel de Martí en la defensa de los intereses cubanos frente a la penetración y dominio extranjero sobre Cuba.

¿Quién estaba ganando la guerra en 1898? Una pregunta y un documento

Acabamos de conmemorar una importante efemérides en el mes de agosto, el aniversario del nacimiento, el 4 de ese mes en 1839, del general independentista Calixto García. Este hecho nos acerca a un tema muy discutido desde hace años y es cómo era la situación de la guerra en 1898, en el cercano 2018 entraremos en el 120 aniversario de los muchos acontecimientos acaecidos en ese año.

Diversos estudiosos se refieren a que la guerra estaba ganada por España y fue la intervención de los Estados Unidos lo que evitó el colapso de las fuerzas libertadoras. Otro criterio es que los cubanos estaban muy cerca de la victoria. La historia analiza lo que ocurrió y no lo que hubiera podido pasar. En mi criterio es discusión bizantina entrar en tales análisis.

Queremos aportar en esta ocasión un documento que de forma objetiva nos puede acercar a la situación del ejército libertador en el territorio de Holguín en los primeros meses de 1898 y creemos que, en general, es extensivo a la situación del departamento oriental bajo el mando del Calixto García. A principios del referido año el ejército español había lanzado una poderosa ofensiva en el territorio holguinero y otros lugares del departamento. Poderosas columnas actuaban en esta zona. Calixto García en persona se encargaba de enfrentarlos en Holguín.

Una de las unidades que cumplía esta misión se encontraba bajo el mando del general de división Luis de Feria Garayalde. Veamos el informe de este mambí a su jefe.

Al Jefe del Departamento.

Operaciones practicadas durante la decena comprendida entre el 24 de enero al 5 de febrero: Acampado en Casi Blanco el 24 de enero, tuve noticias que el enemigo se encontraba en la Cuaba. Marché enseguida a la Macagua, donde llegué al amanecer, y dispuse que el Comandante Mora con 80 hombres marchase a ocupar el camino de la Cuaba a Camazán, y el Teniente Coronel Suárez, con parte de las fuerzas del Regi-miento Holguín, ocupase la altura de la Macagua, en tanto que yo, con la otra parte ocupé el camino de la Macagua a los Haticos. La columna regresó a Holguín el mismo día soste¬niendo ligero fuego con las avanzadas.

El día 25 salió otra columna con rumbo a Camazán, la que fue batida por los 80 hombres del Comandante Mora. Determiné pasar con las fuerzas que llevaba a Camazán, llegando a dicho lugar en momentos en que llegaba el enemigo, el que me recibió con fuego sin darme tiempo a disponer una emboscada. En la misma noche llegué a Don Pedro, en cuyo lugar batí el 26 al enemigo, haciéndolo retroceder hasta que entró en Holguín, dejando un muerto insepulto, varias sepulturas y grandes rastros de sangre sobre el campo.

El día 30 tuve conocimiento de que una columna venia por el rumbo de la Caoba, por lo que le ordené al Coronel M. Rodríguez que destacara fuerzas en el camino de la Cuaba a Camazán, cubriendo el camino de la Caoba a los Haticos y poderlo batir por cualquiera de los dos que tomara, y como el escogido fue el de Carnazón, allí fue batido por el Teniente Coronel Suárez hasta que gastó el último cartucho, quedando acampado el enemigo en dicho lugar, aunque antes había sostenido fuego con él en las lomas de Camazán el Comandante Arcidio al frente de 60 hombres.

El 31, teniendo las fuerzas escalonadas desde Don Pedro y en¬trada del Manguito hasta Rejondón, avanzó el enemigo, sosteniendo intensísimo fuego con las fuerzas del Comandante Bembenuto y otras que estaban emboscadas en la loma de Báguano, en donde el enemigo acampo después de babor sido hostilizado por las fuerzas del Regimiento Holguín.

El día 1° el enemigo retrocedió a Rejondón, siendo batido por fuerzas del Coronel Miniet y Escolta del General García. Después em¬prendió marcha hacia Báguano y con este movimiento sostuvo combate con el Coronel Rodríguez que ocupaba una altura en el Rejondón. AI retroceder el enemigo por segunda vez a Bá-guano, donde fue hostilizado toda la noche.

El día 2 marchó el enemigo rumbo a Alcalá, recibiendo por la vanguardia fuego de las fuerzas del Segundo Batallón del Regimiento Holguín y una sección del Regimiento Tacajó en Salsipuedes, y por retaguardia otro fuego por las fuerzas del Regimiento Holguín y parte del de Tacajó, teniendo que acampar el enemigo en las Tres Cañadas, entre Alcalá y San Juan.

El día 3 emprendió marcha la columna española por San Juan, siendo batida por la vanguardia, por fuerzas de Tacajó al mando del Coronel Gregorio Sánchez y por la retaguardia por fuerzas de Cuba a las órdenes del Comandante Bembenuto. El enemigo tomó entonces el camino de la Palma, recibiendo duro castigo en la loma de la Juba de parte de las fuerzas del Regimiento Tacajó, teniendo que acampar en Güabineyón, saliendo al día siguiente para Holguín.

Más tarde, acampado en las Minas, tuve conocimiento el día 7 de que dos fuertes columnas enemigas salían de Holguín para invadir nuestro territorio, una por la Cuaba y la otra por Viajacas. Ordené al Coronel Manuel Rodríguez que con sus fuerzas ocupase posiciones en Camazán; al Coronel Armando Rivas con el Regimiento Oriente que se colocara en San Fernando para Alcalá, donde estaba acampado el Coronel Salazar con las fuerzas del Regimiento Tacajó, y le ordené se preparase para el combate. La columna que traía el camino de la Cuaba llegó el mismo día a Camazán, donde fue batida por el Regimiento Holguín, acampado en dicho lugar.

El día 8 continuó su marcha a Bá-guano, siendo batida nuevamente por el mismo Regimiento en la Güira de Báguano, en el Rejondón y en el Cementerio de Tacámara, acampando el enemigo en este punto último.

El día 9, el enemigo emprendió marcha rumbo a Mejías donde acampó después de haber sostenido fuego con la Escolta de Caballería del General García. El Coronel Manuel Rodríguez con fuerzas del Regimiento Holguín y Escolta del General García y 90 hombres de Baracoa ocupaban las trincheras de Mejías que con anterioridad se habían preparado, a pesar de su proximidad al sitio en que acampó el enemigo y de estar a la vista del mismo no fueron atacadas ni hostilizadas.

Continuó acampada la columna en Mejías y el Coronel Rodrí-guez en las trincheras del mismo punto, cuando en la tarde del día 10 apareció en Mejías otra columna también por el camino de Holguín. La columna que ya estaba acampada hizo preparativos de marcha y tomó el camino de Barajagua, que¬dando acampada en su lugar la que acababa de entrar. Ambas columnas en su estancia en Mejías fueron hostilizadas por secciones dispuestas al efecto.

La columna que traía el camino de las Viajacas había acampado el día 7 en la loma del Potro. En la mañana del día 8 avanzó sobre San Fernando, sosteniendo rudo combate con las fuerzas del Regimiento Oriente por espacio de media hora. En la tarde del mismo día llegó el enemigo a Alcalá, siendo tiroteado en la Sabanita y trabando después rudo combate con el Regimiento Tacajó y mi Escolta por espacio de cuarenta y cinco minutos; en este en¬cuentro como en el de San Fernando, el enemigo utilizó la artillería, haciendo 24 disparos.

Después del combate de Alcalá, el enemigo siguió marcha por el camino de Tacajó, teniendo cuatro fuegos con tuerzas del Regimiento de este nombre, y acampando en la vereda de Santa Clara, lugar montañoso y que carecía de agua y de pastos. En la madrugada del día 9 el Coronel Salazar atacó el campamento enemigo y éste por retaguardia realizó una acometida, recibiendo ocho fuegos de nuestras emboscadas.

En la misma mañana, el enemigo emprendió marcha por el carretero de Santa Clara, con dirección a Güíral y, en esta marcha recibió también fuego de ocho emboscadas que a vanguardia le tenían preparadas el Comandante M. J. Ochoa con las fuerzas de Tacajó, y el Coronel Salazar, Jefe del Regimiento, lo alcanzó por retaguardia en los Cuatro Caminos haciéndole fuego que duró dieciocho minutos.

El enemigo acampó en la tarde del día 9 en el Güiral, después de un ligero tiroteo que por retaguardia le hicieron las fuerzas del Regimiento Oriente y todas las que traía a mis órdenes, acampándolas a retaguardia del enemigo en el Güiral del Macío, dando vista nuestra retaguardia a la avanzada española. En toda la noche el enemigo fue hostilizado por fuerzas del Regimiento Oriente.

El día 10, la columna enemiga avanzo sobre Mejías, recibiendo en su marcha dos fuegos, a vanguardia en la vereda del Güiral y en Tacámara por fuerzas de Tacajó y otro fuego a vanguardia en Palmarito por fuerzas de Holguín, colocadas allí por el Coronel Rodríguez, al mando del Teniente Coronel Suárez. Esta columna es la misma que confrontó en Mejías con la otra que estaba acampada.

Como queda expuesto anteriormente, la columna que llegó a Mejías por el camino de Báguano em¬prendió marcha el día 10 por el camino de Barajagua tan pronto como confrontó con la otra procedente de Alcalá. Esta última quedó el referido día 10 acampada en Mejías y el 11 tomó rumbo por la Canoa, flanqueando, a su salida la trinchera situada en el camino de dicho punto y siguiendo en todo su curso hasta San Francisco por el camino de Holguín, en el cual ya estaban apostados el Coronel Rodríguez y el Teniente Coronel Suárez, a quienes mandé a ocupar dichas posiciones después de batir al enemigo en Palmarito el día 10.

La columna fue batida en el Sitio por el Coronel Rodríguez y en la Caridad por el Teniente Coronel Suárez, siguiendo la marcha sin acampar en parte alguna hasta entrar el ene¬migo en la ciudad de Holguín.-Atentamente.

LUIS DE FERIA (1)

No hay dudas de que no podemos considerar a los mambises como una tropa derrotada. Todo lo contrario los diferentes jefes, oficiales y soldados subordinados a Luis de Feria combaten enérgicamente al enemigo que es tenaz y lucha con valor. Los mambises no es una fuerza desmoralizada y con deseos de abandonar la lucha.
Notas
1–Calixto García su campaña en el 95, Aníbal Escalante Beatón, editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p 344, 345, 346 y 347

La poetisa y la tea incendiaria

Durante las guerras de independencia los mambises fueron sometidos a un estrecho bloqueo por las fuerzas colonialistas. Aunque recurrieron a crear zonas de cultivo y talleres en los territorios que controlaban, la producción de estos era limitada tanto por las operaciones hispanas que los asolaban como por las limitaciones tecnológicas.

No todo lo necesario para abastecer a los insurrectos se podía elaborar en aquella rústica industria. Las expediciones organizadas en el exterior eran implacablemente perseguidas por la marina de guerra hispana dislocada a todo lo largo de las costas. Al desembarcar tenían que enfrentar a las fuerzas enemigas que al descubrirlas las atacaban. Por lo que el abastecimiento mambí era en extremo endeble. Fue necesario recurrir a abastecerse en el territorio contrario. Incursionando en las zonas de cultivo, por medio de agentes cubanos en las filas contrarias que hacían llegar diversos productos a los rebeldes o por el ataque a los poblados.

Carlos Manuel de Céspedes, con toda la crudeza del momento, resumía la necesidad de esos ataques: «Ha llegado el momento en que el pueblo de Cuba comprenda que tiene que guerrear, lo hace, pero quiere comer. Pide los asaltos para obtener dinero y ropa, comprando con lo que coge, lo que necesita” (1)

Para tener una idea del ritmo de estas acciones hemos tomado como ejemplo la jurisdicción de Holguín. Según la división política administrativa de la época fueron atacados los siguientes poblados situados de esa jurisdicción: (2) Puerto Padre, (3) el Vedado, (4) el ingenio de Guabajaney, (5) Maniabón, (6)Sao Arriba, (7)ingenio San Manuel, (8) poblado de Auras, (9)Junucún, (10) Hatillo, (11)Corallilo, Güirabo, Santa Rosalía, (12) Candelaria,(13) Las Bocas, (14) Velasco, Calderón (15) Las Cruces de Purnio, (16) Yareniquén,(17) Corralito, (18)Yabazón,(19) Yabazón Abajo,(20) y el Rabón,(21) y otros poblados. Incluso la ciudad de Holguín en diciembre de 1872 fue asaltada por los mambises.

Una poetisa cubana Mercedes Matamoros del Valle supo atrapar y llevar a versos aquellos momentos terribles del ataque. Ella refleja con igual ímpetu las pasiones de los atacantes y de los defensores, el pánico de la población civil atrapada en el combate. Comprendió y justificó la destrucción de aquellos acontecimientos, que eran fundamentales para vencer a la tiranía colonial que sojuzgaba su patria. Mercedes nació en Cienfuegos, Las Villas, en 1851 y falleció en La Habana en 1906. Mujer de cultura exquisita realizó traducciones del inglés, el francés y el alemán al español. Su obra apareció en varios periódicos de la época. En 1892 publicó el libro Poesía completa y en 1902 Sonetos.

Su sensibilidad no estaba encerrada en una torre de marfil, el siguiente poema es un callado aplauso, un reconocimiento necesario a quienes combatieron en tres implacables guerras por la independencia de Cuba.

En Las Ruinas.
Mercedes Matamoros.
¡Qué solemne silencia reine en torno!
¡Qué inerte soledad en las colinas
que del sol a los último reflejos
parecen que de lejos
contemplan tristes las obscuras ruinas!
Aquí no se oyen risas ni cantares;
en la rica vivienda, en el bohío,
del florido vergel sobre la alfombra,
cual un abrazo fúnebre, ¡la muerte
de sus alas tendió la negra sombra!
Todo yace en mutismo pavoroso,
en la profunda grieta
se refugia el murciélago luctuoso,
entre las piedras se desliza leve
fugaz lagarto de pupila inquieta
y del viajero al paso cauteloso
responden solamente el murmurío
trémulo y melancólico del rio
y el suspiro del viento en los palmares
¿Dónde está la feliz y placentera
ciudad que alzó en el llano
sus edificios a la azul esfera
como en señal de reto poderío?
¿Dónde el alegre circo y el liceo,
lugares de expansión y de recreo
para el mancebo y para el grave anciano?
¿Dónde el hogar tranquilo y venturoso,
de inocencia y virtud asilo hermoso?
Llama devoradora
_de profundos agravios vengadoras_
tanta belleza convirtió en cenizas;
porque ¡así de los pueblos ofendidos
a la cólera ardiente
de los tiranos dóblase la frente
y vuelan las coronas hechas trizas?
Un tiempo fue que en su opulencia y brillo
se inclinó bajo el yugo,
humilde como dulce corderillo;
mas al cabo, indignada la Justicia
puso en sus manos la inflamada tea
y esas vigas quemadas, esos techos,
hoy en negros escombros convertidos,
¡dura enseñanza son para el que ignora
que al fin llega la hora
en que, constante en su inmortal idea,
la Libertad defiende sus derechos!
¿Qué corazón cubano
no guarda con espanto y honda pena
la fúnebre memoria
de aquella triste y lamentable escena?
era la media noche: descuidada
en paz dormía la ciudad callada
cuando por los incógnitos senderos
con astuta cautela desfilaron
los audaces y rudos macheteros.
Incansables obreros de la doliente Cuba, endurecidos
por la opresión y el odio, en cada puerta
aplicaron la llama enrojecida,
que al deslizarse cual dorada sierpe
de una mansión a otro horror causaba
a la inerte ciudad que sorprendida
al fulgor del incendio despertaba
Entonces…!Ay!?Qué mano
trazar pudiera el cuadro lastimoso
de aquella multitud despavorida
que se lanzó a las calles con clamores
que asordaban el aire…?Allí el anciano
pidióle al jefe compasión en vano,
allí la tierna madre la mostraba
al aterrado infante que a su seno
cual débil pajarillo se estrechaba,
allí el esposo derramó su sangre
sobre la esposa que a sus pies cayera,
allí del fuerte muro que cedía
se escucharon los lúgubres crujidos,
allí fueron los llantos y gemidos
de un pueblo desolado;
pero ¡nada al empuje resistía
del inmenso torrente desbordado
que sembraba la muerte por doquiera
cual si el día final llegado hubiera…!
La turba envilecida
De avaros mercaderes, corre, vuela,
Por salvar de sus tiendas los tesoros;
Mas la revuelta, indómita partida,
Insensible al lamento y la amenza,
¡hiere, saquea, insulta y despedaza!
La inexorable tea
no perdona de Dios ni el templo santo;
imagen pavorosa de la ira,
sobre las altas torres centelleante,
y en sus hondos cimientos conmovido
el sagrado recinto se derrumba
con estrépito horrible, !convirtiendo
la ensangrentada plaza
de cadáveres mil en ancha tumba!
¡Noche funesta…! Y cuando el alba asoma
y trémula las cumbres ilumina,
¡ tal parece que ardiente ha descendido
sobre la inmensa ruina
el mismo fuego que abatió a Sodoma…!
Junto al arco deshecho,
sobre el montón de piedra calcinada,
bajo el hundido techo,
en la nocturna hora, pálido, envuelto en luctuoso manto,
el Ángel del Dolor se siente y llora.
¡Sí! Porque es triste, ¡oh Libertad sagrada!,
levantar sobre escombros tu bandera!
Pero aún más triste fuera
consentir que se mire siempre hollada
la humana dignidad, y que implacables
conviertan a los pueblos tiranos
en rebaños de siervos miserables
y ellos tan sólo fueron los culpables
de tanto duelo, de infortunio tanto;
!no el incendiario que anegara en llanto
la tierra en que naciera!
Que cuando la Justicia es la que clama
y hace brillar su llama
entre la sombra adusta,
al despotismo audaz causando espanto,
¡la cólera es augusta,
y el instrumento es santo!(22)

NOTAS
1–Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo: Carlos Manuel de Céspedes: Escritos,1982, tomo II, p. 116.
2– Nos referimos a poblaciones que en esos momentos del ataque pertenecían a la jurisdicción de Holguín.
3–Museo Casa Natal de Calixto García. Centro de documentación. Documentos Históricos 1868 1878. Tomo V, p 405, 406, 407.
4–Yoel Cordoví Núñez. Máximo Gómez: tras las huellas del Zanjón. Editorial Oriente, 2005, p. 72
5–Ídem
6–Víctor Manuel Marrero, Vicente García: Leyenda y realidad, Editorial Ciencias Sociales, 1992, p. 209
7–Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo: Carlos Manuel de Céspedes: Escritos. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982, t. III, p. 122.
8–Parte oficial de Calixto García del 29 de octubre de 1872.En: Periódico La Revolución de Cuba, Nueva .York. 14 de diciembre de 1872 ANC, Donativos y Remisiones, Fuera de Caja # 2
9–Nydia Sarabia: Ana Betancourt. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1970, p. 173.
10–Parte oficial de Calixto García del 29 de octubre de 1872. En: Periódico La Revolución de Cuba, Nueva .York. 14 de diciembre de 1872 ANC, Donativos y Remisiones, Fuera de Caja # 2
11–Eusebio Leal Spengler. Carlos Manuel de Céspedes El Diario Perdido, Publicimex S.A. Ciudad de La Habana, 1992 , p. 254
12–Enrique Doimeadios Cuenca y Maria Hernández Medina, Apuntes para una historia de Gibara, Ediciones, Holguín, 2008, p. 68
13–Museo Provincial de Holguín Fondo Julio Grave de Peralta Libro de borradores de correspondencia de Julio Grave de Peralta copia número 645
14– Ídem
15–Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, caja 474, Signatura 10.
16–Juan Andrés Cué Badá: “Asalto e incendio de Yareniquén y Las Cruces”. (En Ahora, Holguín, 14 y 28 de Marzo de 1975)
17—Ídem
18–Enrique Doimeadios Cuenca y Maria Hernández Medina Apuntes para una historia de Gibara. Ediciones Holguín. 2008. p. 63
19–Ídem
20–Ibídem p. 64
21–Ibídem p. 63
22– Roberto Manzano, El Bosque de los Símbolos: Patria y poesía en Cuba, tomo I, Siglo XIX, Editorial Letras Cubanas, La Habana 2010, pp. 556, 557 y 558