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José Abreu Cardet
Con la información que poseemos sobre la lucha insurrecional contra Batista se pueden realizar nuevos análisis sobre el desarrollo de aquellos acontecimientos. Por ejemplo, las visiones y acciones de las fuerzas de la dictadura, no se tienen en cuenta. Fuera de algunas valoraciones generales sobre ellas, no se hacen estudios de sus regimientos y escuadrones. Lo que podríamos llamar la contrapartida de las columnas y frentes rebeldes.
Existen numerosas monografías y ensayos sobre estos últimos, pero ninguna específica sobre las unidades enemigas que los combatieron. El enemigo se convierte en un abstracto: el ejército de Batista. Hay muchas preguntas sin respuestas como por ejemplo: qué características tenían las unidades que combatieron a las guerrillas.
En un intento de romper con estos esquemáticos análisis nos vamos a acercar a las visiones del Regimiento siete de la Guardia Rural, contra las fuerzas guerrilleras que operaron en su territorio. Más que describir combates, trataremos de ir a como imaginaron a sus enemigos en los inicios de la lucha guerrillera en la jurisdición de este Regimiento.
En 1958 el Regimiento número siete estaba estructurado en cinco escuadrones. El número 71 tenía su sede en la misma jefatura del Regimiento y comprendía el antiguo municipio de Holguín (1), mientras que los demás se distribuían de este modo: el 72 radicaba en la ciudad de Victoria de Las Tunas (2) y tenía en su jurisdicción el municipio del mismo nombre; el 73 tenía su mando en el central Delicias y abarcaba el municipio de Puerto Padre y la zona de Velasco; el 74 se encontraba establecido en el poblado de Mayarí y comprendía, además del municipio de ese nombre, el de Sagua de Tánamo; y el escuadrón 75, establecido en la ciudad de Banes y tenía subordinado a los municipios de Banes, Antilla y Gibara. En cada una de estos escuadrones había una capitanía así como una primera, segunda y tercera tenencia. Estas estaban establecidas en centros urbanos y en algunos centrales azucareros.
El número de las tenencias, en la práctica, variaba pero generalmente cada una tenía entre 20 y 30 hombres. En la jurisdicción de cada una de estas había varios puestos. Los puestos tenían alrededor de 10 militares. Estaban situados en las cabeceras de algunos barrios que tenían cierta importancia económica y social. En total en el Regimiento había 19 puestos de la Guardia Rural, y además existían los apostaderos que se establecían según los estimase cada tenencia, y cada apostadero tenía hasta tres guardias rurales. Estas unidades militares eran regionales, debían establecer el orden en los territorios asignados.
¿Cómo percibió el Regimiento siete la presencia del enemigo en el último año de la guerra? Ya desde 1957 existía información sobre la guerrilla de Orlando Lara que operaba en las llanuras del Cauto. Parte de esta operaba en la jurisdicción del Regimiento uno y otra en la del siete, pero muy pronto la situación comenzó a variar.
La creación del Segundo Frente Oriental “Frank País” en marzo de 1958, significó un foco de grandes preocupaciones para las fuerzas del regimiento. Inicialmente el territorio del escuadrón 74 quedó en la zona de operaciones de esta guerrilla. Además de esta fuerza revolucionaria que operaba en la parte oriental de su territorio, a las llanuras del Cauto arribó Camilo Cienfuegos en abril de 1958, al frente de 22 hombres enviados por orden de Fidel. La tropa de Orlando Lara a principios del año recibió un pequeño refuerzo de la Sierra Maestra que le permitió incrementar sus acciones en la jurisdicción del Regimiento uno y del siete.
En abril la jefatura del Regimiento siete hizo un análisis con la información que había recibido sobre las acciones de las guerrillas en su territorio. Esto nos dice del nivel de información que lograron reunir de sus enemigos. También como lo estructuraron en sus planes. A continuación reproducimos textualmente ese documento. Hemos respetado la ortografía original. Le agregamos una gran cantidad de notas a pie de página para que el lector tenga una mejor comprensión.
En los documentos del Ejército de Cuba, el nombre oficial de las fuerzas armadas de la tiranía, se señalaba primero el día, luego el mes con abreviatura y el año. De este solo se señalaba los tres últimos números. Muchas veces escribían primero la hora en que se elaboró el documento.
Arch 282-C-958
Jefatura Regimiento 7 Guardia Rural
Holg, 5 Abr 958.
ASUNTO: Opns Ntras de ofensiva contra forajidos.(3)
Al: Dir Opns G-3 EME(4)
Ctel “C Parrado”(5)
Cdad Mtar(6)
1.- En virtud se que está demostrado que el enemigo o los forajidos hace dos meses eran insignificantes en este territorio , se han ido organizando y se han trasladado subrepticiamente por territorio de este Regimiento, procedentes unos de Santa Lucía de Nuevitas, Prov de Cguey(7), y otros procedentes de Cauto El Paso y zona del Esc 13 GR, Bayamo(8), Rgto 1 GR(9), C de H,(10) y han llegado hasta Las Mil Nueve, zona de este mando, que limita con el citado Rgto 1 GR, C de H, y han tenido la osadía de acercarse hasta unos 40 kms de Holguín, como ha quedado patente con la acción verificada por este grupo, que lo hemos denominado “DEL SUR”. Que compuesto por más de cien hombres, bastante bien armados, atacó y quemó al Cuartel del Puesto de Mir(11), del Esc 71 GR, sin que en dicha acción tuviera bajas conocidas(12) hasta el presente, aun cuando se presume que este grupo forme parte del que se dispersó el día anterior, al ser atacado por personal de los Escs 71 y 72 GR, en el lugar, C/P camino Río Abajo, donde sufrieron 4 bajas(13).
2.- Igualmente procedentes de la zona de los Escs 14 Palma Soriano, 15 La Maya, 16 Guantánamo y 17 Baracoa,(14) han penetrado en territorio del Esc 74 Mayarí, de este Rgto, distintos grupos armados que, con el grupo que bajó de la Sierra Maestra en vehículos, procedentes de Ramón de Guaninao, La Torcaza, y otros barrios del Término de El Cobre, pasaron por la Carretera Central, zona del Puesto del Central Miranda, Cayo Rey, etc, territorio del propio Esc 14 GR Palma Soriano, (15)lograron internarse en la Sierra Cristal, se han organizado en un considerable grupo de forajidos, que se dice lo comanda RAUL CASTRO RUZ, a cuyo grupo hemos denominado “DEL NORTE DE ORIENTE”.
3.- A juicio de esta Jefatura, al crecimiento y aparición por donde quiera de estos grupos armados, se ha debido mayormente a la escasez de personal que ha adolecido este mando, y principalmente los Escuadrones Guardia Rural, que han tenido que prestar preferente atención a la tarea de velar por el normal desenvolvimiento de las labores de la zafra, viéndose impedidos por ello de dar cumplimiento a lo que disponen los Arts 175 y 168 del REGR(16), dado a que si mantenían la persecución que determinan dichos Arts(17), hubieran quedado interrumpidas las aludidas labores de la zafra y con riesgo de ser incendiados y volados por dinamita algunos centrales, sus maquinarias y almacenes de azúcar(18), y no obstante, considerando esta Jefatura que es sumamente peligroso el incremento que van tomando estas partidas de forajidos, más o menos bien armados, ha decidido y asi lo ha dispuesto, que por el Jefe EScuadron 74 se entregarán los Cuarteles al cuidado de la PN(19) y Guardajurados(20) de confianza y que se concentrase el mayor número de personal del Escuadron, con refuerzo de la 2da Compañia Artillería y de la escasa Guarnición de este mando, y se procediera a llevar a efecto una operación táctica de ofensiva, sin tregua, hasta batir y eliminar lo más posible dichas partidas de delincuentes, ordenándole al Jefe de dicha operación, continuar en la persecución de los citados malhechores, aun cuando tuviesen que pasar a territorio de otros mandos colindantes, cuyos jefes tienen conocimiento de esta actuación.
4.- Así mismo se ha dispuesto y se está llevando a efecto una operación militar, para batir al grupo denominado “DEL SUR”, con fuerzas de los Escs 71 (21)y 72(22) GR, reforzados con un Peloton de la 2da Compañia Artilleria y Reclutas de la RM,(23) que es el personal con que contamos, con instrucciones precisas de mantener una ofensiva constante, hasta que se obtenga la eliminación y limpieza de nuestro territorio de los susodichos grupos de forajidos(24)
5.- Además, se está manteniendo servicio de patrullaje por las Carreteras situadas en nuestro territorio, utilizando camiones de hierro, con sacos de arena en su interior,(25) así como automóviles tripulados por personal de la Guarnición, tratando de proteger a toda costa el normal funcionamiento de los servicios de transportes, tanto de pasajeros como de carga, y en evitación de actos de sabotajes que puedan obstruir dichas vías de comunicaciones, y así mismo estamos manteniendo un servicio extraordinario con miembros del Ejército y de la Policía Nacional, para lograr como lo hemos logrado, evitar la paralización de las industrias, el comercio y todas las actividades imprescindibles para el funcionamiento normal de la economía y demás funciones de las clases del País.
6.- En el día de ayer, las Fuerzas que operan contra el grupo “DEL NORTE”, hicieron contacto con los forajidos en el lugar conocido por Melena, a los que se les causaron 7 bajas, hasta el presento sin identificar, ocupándoseles tres escopetas, un revólver, trapos con inscripción del Mov 26 de Jul, un Avion Piper Nº 195 CUM y varios camiones, en cuyo encuentro resultó herido leve en la pierna derecha el Sold RAIMUNDO J NETO Y DIAZ de la mencionada Udad de Art.(26)
7.- Igualmente las Fuerzas que operan combatiendo al grupo “DEL SUR”, establecieron contacto con una avanzada de dicho grupo, que hizo fuego a nuestras tropas, hiriendo con perdigones al 1er Tte ARGELIO AVILA Y VELAZQUEZ, MM, Cabo REYNERIO LEYVA Y AGUILERA, y Solds PC RODRIGO RIVERA Y WAlFRIDO GONZALEZ Y PEREZ, todas las lesiones de carácter menos grave, y ocasionándoles una baja a los forajidos, dispensándose el grueso de los mismo en una gran extensión de monte existente en dicho lugar, continuándose su persecución, sin tregua, como se ha dispuesto por esta Jefatura, por estimar que es la forma más efectiva de restablecer el orden y a normalidad en todas las zonas afectadas, aunque para ello sea necesario apelar a los mayores esfuerzos y sacrificios que constituyen operaciones de ofensiva con Pelotones de 25 hombres, contra grupos de forajidos de 150 y 200 hombres,(27) favorecidos por los lugares estratégicos y posiciones tomadas de antemano, por las circunstancias que se consignaron en el Pfo 3 de este informe.
De usted respetuosamente,
POR LA LIBERTAD DE CUBA
D Sogo Hernández, MMNyP (28)
Brigadier JRgto 7 GR(29)
Era una singular visión la de las fuerzas de la dictadura considerando dos grupos. Uno al que designaban como del NORTE lo integraban las fuerzas que bajo el mando de Raúl Castro conformarían el Segundo Frente Oriental “Frank País”. El llamado grupo del SUR lo integraban como núcleo más fuerte el destacamento que combatía bajo el mando de Orlado Lara Batista. En los días en que se conformó ese informe Camilo Cienfuegos había comenzado a operar en los llanos procedente de la Sierra Maestra por orden de Fidel. No sabemos si ya en esa fecha el Regimiento tenía información sobre esta tropa.
De esa forma con un pensamiento muy simple, con bastante desinformación que lo llevó a varias equivocaciones en sus apreciaciones, la jefatura del Regimiento trató de entender el desarrollo de la lucha guerrillera en su jurisdicion. De todas formas es necesario tomar en cuenta este análisis del mando enemigo para un estudio objetivo de la lucha insurreccional.
Notas
1–Nos referimos a los municipios según la División Política Administrativa vigente en 1958.
2–Producto de la defensa que hicieron los colonialistas de esta ciudad en la guerra de los 10 años fue llamada por los españoles como Victoria de las Tunas. Pese a que los mambises posteriormente la capturaron en dos ocasiones se le continuó llamando con ese nombre hasta después de 1959. Actualmente se le llama Las Tunas.
3–El ejército designaba en sus informes a los guerrilleros como forajidos, ratas y otros sinónimos que los descalificaban. Era parte de la guerra psicológica de disminuir al enemigo.
4–Siguiendo la estructura del ejército de Estados Unidos se crearon en el de Cuba las direcciones G-1 personal, G-2 inteligencia, G-3 operaciones, G-4 logística y G-5 Inspección General. Fuente: José Quevedo Pérez: Cuba y sus fuerzas militares (1898 1958), Ediciones Verde Olivo, La Habana: 2003, p: 220.
5–Las Fuerzas Armadas de Cuba tenían por norma designar con nombres de patriotas o militares que habían tenido algún relieve sus cuarteles, aeropuertos, pistas de aterrizaje, buques de guerra y campamentos. En este caso el cuartel donde se encontraba el Estado Mayor del Ejército fue bautizado con el nombre de Luis Hernández Parrado, cabo de la Marina de Guerra Constitucional, muerto el 8 de noviembre de 1933, en las luchas políticas desarrolladas a la caída de la dictadura de Gerardo Machado. En la documentación del ejército se le llamaba cuartel general “Cabo Parrado”. En el 33 aniversario de la instauración de la República, el 20 de mayo de 1935, se realizó una revista militar en el polígono del puesto Columbia, y en esa ocasión frente al edificio ocupado por la ayudantía general se develó la inscripción colocada en la puerta de la entrada denominadolo Cuartel Cabo Parrado. Fuente: Orden General Nro 87 de Mayo de 1935. En Órdenes Generales, Especiales y Circulares del Ejército. Archivo Instituto de Historia de Cuba.
6–Se refiere a Columbia la base más importante del Ejército de Cuba hasta diciembre de 1958, a la que se le llamaba Ciudad Militar. Estaba situada en la Habana. Recibió el nombre de Columbia porque las primeras tropas que se instalaron durante la ocupación militar estadounidense entre 1899 y 1902 procedían del Distrito de Columbia, en los Estados Unidos. Estaba situada en La Habana, Marianao e incluía un aeropuerto. Fue sede de la jefatura del ejército de la república neocolonial. A partir de septiembre de 1935 el perímetro que ocupa el campamento Columbia comienza a llamarse Ciudad Militar. Por las innovaciones introducidas era un modelo entre los campamentos militares de América. En lo que fueron sus cuarteles e instalaciones radica hoy la Ciudad Escolar Libertad, un complejo educacional que integran varias escuelas de diferentes niveles de enseñanza.
7–El análisis de la jefatura del Regimiento 7 estaba equivocado, pues a su jurisdicción no habían llegado guerrillas procedentes de Camagüey habían sido alzamientos de vecinos de esa región que formaron pequeñas guerrillas. Ya en esta fecha se encontraba en la zona Camilo Cienfuegos al frente de un destacamento guerrillero enviado por el comandante Fidel Castro.
8–El escuadrón 13 tenía su jefatura en la ciudad de Bayamo.
9–Regimieno 1 Antonio Maceo tenía su jefatura en el cuartel Moncada en Santiago de Cuba. En su jurisdición estaba prácticamente el sur de oriente y parte del centro de esa provincia.
10–C de H. Cruz de Honor entregada al regimiento por rechazar el ataque del 26 de julio de 1953. Según el artículo 341-A del Reglamento para el ejército de 1928 se establece la Cruz de Honor como condecoración para premiar hechos excepcionales que superen extraordinariamente los requisitos exigidos para la concesión de la orden mérito militar. Esta era la más alta condecoración militar del país, de acuerdo con lo previsto en el decreto nro. 2168. Por primera vez en la historia de la república una unidad de las fuerzas armadas era honrada colectivamente con la elevada distinción. El 2 de agosto de 1953, Batista viajó a Santiago de Cuba para imponer la condecoración a la bandera del regimiento, en ceremonia efectuada en el polígono del cuartel Moncada. Posteriormente fue otorgada al Regimiento nro. 4 de la Guardia Rural por frustrar el ataque al cuartel Goicuria, en abril de 1956, y a la Casa Militar del Palacio Presidencial por la defensa de esa institución, el 13 de marzo de 1957 . Durante la guerra fue entregada a varios cuarteles como el de Veguitas, en enero de 1958, por enfrentar con éxito un ataque rebelde. En todas esas acciones la mayoría de los prisioneros capturados fueron asesinados lo que no era nada honorable.
11–El ataque al cuartel de la Guardia Rural de Mir se realizó el 31 de marzo de 1958, dirigido por Orlando Lara. Esta tropa no la integraban 100 hombres como afirma el documento era una cifra mucho más reducida.
12– En el ataque a Mir murió un combatiente rebelde que trataban de extraer del cuartel, que ya había sido capturado, un individuo que estaba detenido y se escapó un disparo a un compañero y lo mató.
13–Este grupo al que se refiere que tuvo 4 bajas era dirigido por Carlos Borjas.
14–Los escuadrones 14, 15,16 y 17 pertenecían al Regimiento 1.
15– El escuadrón 14 estaba en la jurisdicción del Regimiento 1.
16–Reglamento Guardia Rural.
17– Batista tuvo mucho cuidado de proteger la industria azucarera, la base económica del país. Según testimonio de un oficial del ejército: “A finales del año 1957 y durante los primeros meses del año 1958, las tropas gubernamentales se encerraron en sus cuarteles, no más allá de las estribaciones de la Sierra Maestra, sin aventurarse en recorrido en la profundidad de la región montañosa por razones económicas, según se explicaba, para dedicarse fundamentalmente a la protección de la zafra azucarera.” Fuente: José Quevedo Pérez, Misión en la Sierra, Editorial Verde Olivo, La Habana, 1999, p. 219.
18– Un ejemplo de las acciones para defender la industria azucarera fueron las fuerzas del escuadrón 73, del Regimiento 7, de la Guardia Rural, en el territorio de los ingenios Chaparra y Delicias en el municipio Puerto Padre, establecieron un método singular; cada vez que se producía un sabotaje asesinaban a un sospechoso. El 1 de diciembre de ese año incendiaron una colonia cañera y fue muerto un supuesto saboteador, el 7 de diciembre de 1957 se produce otra quema de caña y fueron muertos tres presumibles saboteadores, el 9 de diciembre en Maniabón, Puerto Padre, incendiaron un cañaveral y fue muerto el posible autor. El 10 diciembre de 1957 en Puerto Padre en un incendio de caña apareció quemado Emilio Batista Fernández. El 16 de diciembre prendieron fuego a un cañaveral en una colonia en Delicias, Puerto Padre y murió un incendiario. Fuente: Instituto de Historia de Cuba, Fondo Ejército 24-5.1-4.1.2-.52 Ibídem 24-5.1-4.1.8-.10.
19–Policía Nacional.
20–Guardianes contratados por empresas privadas para la protección.
21-El escudaron 71 tenía la sede de su jefatura en el cuartel del Regimiento 7 en las inmediaciones de la ciudad de Holguín. En su jurisdicción se encontraba el antiguo municipio de Holguín.
22–El escuadrón 72 tenía la sede de su jefatura en la ciudad de Victoria de las Tunas y comprendía el territorio de ese municipio.
23–RM: Reserva Militar.
24–Estos planes fracasaron.
25–Si quiere tener mas información de estos camiones blindados puede ver en Memoria Holguinera: Los camiones blindados: notas sobre la guerra en Cuba
http://www.radioangulo.cu/memoria-holguinera/239374-los-camiones-blindados-notas-sobre-la-guerra-en-cuba
26– No tenemos evidencia de esa victoria de las fuerzas represivas.
27– Las cifras sobre estos grupos rebeldes son exageradas, los grupos guerrilleros que operaron en esa época eran reducidos.
28–Mérito Naval Militar y Policiaco. Era una distinción entrega a miembros de las fuerzas armadas.
29–El original de este documento se encuentra en el Archivo del Instituto de Historia de Cuba clasificación 24/5.1/5:1.1/1-23.
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en internet. Link:
Las olvidadas visiones del enemigo: el Regimiento siete y las guerrillas en abril de 1958 (icrt.cu)
José Abreu Cardet
Se han realizado numerosas investigaciones y publicaciones sobre la lucha insurreccional contra la dictadura de Batista. Este desarrollo de la historiografía nos permite acercarnos con un mayor número de análisis a aquellos acontecimientos sobre los que disponemos una gran cantidad de información. En este caso desarrollaremos una serie de análisis tratando de caracterizar a una de las guerrillas que operaron en los llanos del norte de Oriente, entre octubre y diciembre de 1958.
Nos referirnos al Pelotón 3 de la Columna 14 “Juan Manuel Márquez” del Cuarto Frente “Simón Bolívar”. Esta unidad estaba bajo el mando del entonces capitán Eddy Suñol Ricardo. Lo integraron alrededor de 64 combatientes y por orden del comandante Fidel Castro fue enviado a al norte de oriente. Su zona de operaciones comprendía, según las División Político Administrativa de la época, el municipio Gibara y parte del de Holguín y Puerto Padre.
De las diferentes fuerzas que actuaron en el Cuarto Frente “Simón Bolívar” era una de las que mejores condiciones tenía. La capitanía, el hospital y otros servicios estaban situados en la Sierra de Gibara. Una zona que por los cerros y la vegetación, la existencia de varias cavernas ofrecía ventajas para una guerrilla. Aunque en los planes generales asignados al Cuarto Frente tenía un lugar secundario. El objetivo de este frente era interrumpir las comunicaciones entre Oriente y Camagüey. Su centro de operaciones estaba bastante alejado de esa zona.
A su llegada se encontraron con una ventaja. Cumpliendo órdenes de Fidel el Pelotón 1 de la Columna 14, bajo el mando de Oscar Orozco Viltres había realizado un recorrido por el territorio, donde pocos días después se asentaría el pelotón de Suñol. Esta tropa llevó a cabo una labor de organización de los grupos de escopeteros que operaban en aquel territorio. El teniente rebelde Orozco fue herido en un encuentro con el enemigo pero pese a eso la tropa cumplió con la misión asignada. A la llegada de Suñol contó con el apoyo de esos grupos que se le subordinaron.
Es de destacar la agresividad de esa tropa y las exitosas acciones que realizaron como el ataque a la presa y la emboscada en el camino de Velazco a Holguín. En una carta de Suñol a Fidel, pocos días después de su llegada se refiere a que tiene unas 130 armas de guerra.
Casi habían duplicado el número de equipos bélicos. En ellas se contabilizaban tanto las capturadas en acciones combativas como un grupo que poseían los escopeteros.
Este pelotón participó en acciones junto a otras fuerzas rebeldes. Entre estos el ataque a Puerto Padre con la Columna 32, el Pelotón 1 de la Columna 14 y grupo de combatientes de la 12. En La Cadena estará presente junto a la Columna 32. En el combate de la Sabana de San Andrés combate con la Columna 32. Al igual que en las acciones de hostigamiento en la carretera de Velazco a Gibara contra la columna de Sosa Blanco. Tomó parte en el sitio de Holguín con participación de tropas del Segundo y Cuarto Frente. La caída de la dictadura provocó la rendición de las fuerzas del ejército que debía de defender esa ciudad. En general las columnas y pelotones del Cuarto Frente “Simón Bolívar” realizaron muy pocas operaciones en coordinación con otras tropas. Por lo que en ese sentido el pelotón de Eddy Suñol fue bastante excepcional.
Es de destacar su participación junto a la Columna 32 contra la ofensiva dirigida por Jesús Sosa Blanco, la mayor realizada por la dictadura en el Cuarto Frente. Fue también una de las más importantes realizadas entre noviembre y diciembre de 1958 en el oriente del país.
Tuvieron la mayor derrota del Cuarto Frente y una de las más importantes del Ejército Rebelde en los últimos meses de la guerra. Fuerzas de la dictadura aniquilaron un pelotón rebelde causándole una gran cantidad de bajas. Solo comparable por su resultado a la de Pino Tres, derrota sufrida por una columna enviada a Camagüey. En un lugar conocido por Matatoros, cerca de la carretera central, un pequeño pelotón fue sorprendido y derrotado. Alrededor de 11 combatientes murieron en el encuentro.
Suñol fue herido de gravedad en un combate. Esta era la tercera herida que recibía Suñol. En la Sierra Maestra lo habían herido en dos ocasiones. Posiblemente fue el oficial rebelde que más veces fue herido por el enemigo. Dirigía el ataque a un destacamento batistiano como parte de los planes para obstaculizar la farsa electoral del 3 de noviembre de 1958 cuando recibió un disparo de bastante gravedad en el torso. La rápida atención del servicio médico rebelde le salvó la vida.
En carta del 4 de noviembre le decía a Fidel: “…creo poder seguir dirigiendo desde la cama, las operaciones, Ud. sabe que yo no necesito mucho tiempo de hospital y dentro de 15 ó 20 días, aunque sea en un caballo me moveré con las tropas.” (1) El 30 de noviembre le escribía Suñol a Fidel: “De mis heridas ya estoy bien sólo un poco canzón, parece eso es debido a la del pulmón.”(2) Suñol continuó al frente del pelotón pese a la gravedad de la herida.
Fue esta la única unidad rebelde invasora que incluyó entre sus miembros una escuadra del pelotón femenino de mujeres Las Marianas. Suñol se había opuesto a esta decisión de Fidel pero muy pronto se arrepintió. En carta a Fidel le decía sobre la participación de estas en un combate:
“…tengo que decirle después de yo haber sido uno de los principales opositores a integración de tropas femeninas, me encuentro hoy completamente satisfecho y lo felicito a usted una vez más porque nunca se equivoca, siempre creía que en esto se había equivocado.
Quisiera que viera. aunque fuera en una película. para verla reír de satisfacción, la acción de Teté principalmente, y también de sus compañeras que a la voz de avancen, mientras algunos hombres se quedan rezagados, hacen vanguardia con un valor una serenidad que tiene que merecer el respeto y, reconocimiento de todo rebelde y de todo el mundo.” (3)
Un asunto interesante es que al parecer fue la primera tropa cuyos integrantes iniciaron un estudio histórico. Esto le permitió confeccionar un listado de sus integrantes, tantos los que salieron de la Sierra Maestra como los que se le incorporaron en los llanos. También un relato sobre el traslado a su zona de operaciones y descripciones de algunos combates. Estos textos fueron publicados en la revista Verde Olivo.
Son estas unas simples anotaciones sobre un destacamento rebelde que necesita que se confeccione una historia, quizás estas líneas podrían ser de utilidad a quien emprenda esa necesaria obra de rescate de la memoria de quienes un día desafiaron a las muy bien armadas unidades del ejército de Batista en desiguales combates en los llanos orientales.
Notas.
1–Carta firmada por Eddy Suñol el 4 de Noviembre de 1958 dirigida al Comándate en Jefe Fidel Castro oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado Ciudad de La Habana
2– Carta del capitán Eddy Suñol al comandante en Jefe Fidel Castro de fecha 30 de noviembre de 1958. Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
3–Carta de Eddy Suñol de fecha 4 de noviembre de 1958 al comándate en Jefe Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en internet. Link: Anotaciones sobre un pelotón guerrillero (radioangulo.cu)
José Abreu Cardet
El año 1871 fue terrible para el movimiento independentista cubano. La mayoría de las fuerzas sublevadas en Las Villas tuvieron que replegarse a Camagüey. Sobre este último lugar se concentró una intensa ofensiva hispana, que causó un efecto desastroso, en especial, entre los muchos civiles que acompañaban a los insurrectos.
En el Oriente de la isla tambien se desató una intensa ofensiva. Los mambises escasos de armas y parque no podían contenerla. Calixto García Iñiguez, el seis de febrero de 1874, escribió en su diario los recuerdos de aquel año. En los momentos en que hizo esas remembranzas la situación había cambiado por completo. Los mambises habían aprendido a combatir, contar con armas y parque, unos llegados en expediciones y otros capturados al enemigo. Habían obtenido relevantes victorias, algunas de ellas dirigidas personalmente por Calixto. España se encontraba enfrascada en guerras civiles. En esas circunstancias es que el genial guerrillero rememora aquellos momentos desastrosos. Una reunión con el General Máximo Gómez lo lleva inesperadamente a aquel pasado terrible. Ponemos a disposición del interesado en la historia y las campañas militares esas notas del General Calixto García. Hemos respetado la ortografía y redación original.
6 (febrero 1874)
Mi reunión con el General Gómez ha traído a mi memoria recuerdos de otras épocas, épocas desgraciadas en las cuales la Revolución agonizaba y en la que sólo la fe inquebrantable del patriota podía vislumbrar alguna esperanza de triunfo. Voy a escribir algo sobre una de las más terribles crisis que atravesó la causa de Cuba en el distrito en que yo operaba.(1)
Corría el año de 1871. Era yo entonces Jefe de la Brigada de Jiguani y 2o, del distrito de Santiago de Cuba, el General Gómez era jefe del distrito. Nuestra situación era apuradísima. No teníamos un cartucho y el enemigo que conocía nuestra impotencia nos. perseguía tenazmente. Teníamos que vivir en medio de las montañas y aun en estos puntos éramos asaltados a todas horas del día y de la noche. Yo estaba padeciendo intermitentes(2) y había llegado a tal estado de debilidad que a veces tenían que ponerme a caballo por no poder hacerlo por mi mismo. Era el mes de Abril y recibí orden para .reunirme al General (Máximo) Gómez en El Roble. Marché para ese punto y encontré en ese lugar a Gómez con su escolta y ayudantes, yo sólo llevaba conmigo cuatro oficiales y algunos números, el resto de mi brigada andaba en operaciones en Jiguani y debía unírseme en El Roble. Teníamos que esperar mis fuerzas y las que se habían llamado de (Santiago de) Cuba y tuvimos que permanecer en aquel lugar miserable y sin recursos de ninguna especie ocho días. Cómo vivimos no he podido explicármelo pues un mulo que matamos solo nos duró dos días y aquellas montañas no tenían colmenas. Recogíamos en las costas del Cauto algunas raíces de boniatos casi inservibles y las devorábamos. La palma que aparecía caía bajo el filo del hacha para extraer el palmito, (3) uno de nuestros mejores platos, a pesar de comérnoslo cocido o crudo sin sal pues carecíamos de ella. Allí me comunica Gómez que era indispensable tratar de apoderarnos por sorpresa de las trincheras de La Vuelta para proveernos de parque, pues sólo teníamos la fuerza a dos tiros y no quedaba reserva alguna, siempre he sido enemigo de empresas atrevidas y esta me gustó pues podía hacer mejorar nuestro estado si conseguíamos una victoria y si éramos derrotados poco perdíamos. Reunidas al fin las .fuerzas marchamos con una columna de hambrientos y otra de .mujeres. (4) Estas quedaron en Monreal con una guardia que tenia el Coronel Borrero qué estaba enfermo y seguimos con la fuerza a dar nuestro asalto. Llevábamos muchos desarmados los que hicimos armar con gruesos maderos los cuales podían servir como armas ofensivas y defensivas a falta de otras. Se dio la orden de no tirar un tiro, sino avanzar resueltamente sobre la trinchera y tomarla al machete. Las doce de la noche serian ¡cuando llegarnos a la Vuelta Grande.
Marchaba a vanguardia el Comandante Amor Muñoz con orden de contestar España al «quien vive» de la avanzada y Bailen a la pregunta usual de «que regimiento». Sorprendida la avanzada sólo pudo hacer un disparó cayendo todos en nuestro, poder. Avanzó toda la .fuerza con resolución, más desgraciadamente no habíamos contado con una zanja(5) que había por el camino porque estábamos, como a cien pasos de la de la trinchera. Los prácticos que marchaban delante cayeron en la zanja, y por sobre de ellos pasó toda la columna, que marchaba sin prácticos y en medio de la oscuridad de la noche no pudo dirigirse a la trinchera.(6)
Se ocupó el caserío y se dio orden de encender una casa para tener luz, ya había pasado más de un cuarto de hora y el enemigo preparado rompió el fuego sobre nosotros; pero tan certero y mortífero que en menos de una hora nos hizo más de 30 bajas.(7)
Se hicieron supremos esfuerzos por ocupar la posición, mas todo fue inútil, y a las dos de la mañana tuvimos que tocar retirada, con nuestra fuerza en peor estado pues a la extenuación en que se encontraba .había que añadir el pánico producido por la derrota.(8) Afortunadamente el enemigo no quiso perseguirnos y casi arrastrándonos logramos volver al Júcaro con algunos heridos que salvamos pero sin tener alimentos ni medicinas que proporcionarles. Recuerdo siempre que yo hacia aplicar esponja a los heridos, única medicina que poseíamos y la que dábamos a diestro y siniestro como farmacia universal. Amargas horas pasamos en aquel lugar, dejamos los heridos en casas de familiares (9) y nosotros marchamos para Monreal donde se reunieron las familias y de allí a Los Indios.
Por dos veces he hablado de las familias y cualquiera extrañará que marcharan con nosotros. Había sido necesario adoptar esta medida para poder salvarlas del enemigo que las asesinaba donde quiera que las encontraba. De suerte que un campamento nuestro, cuando emprendía marcha, parecía una horda de gitanos, pues llevábamos con nosotros mujeres, niños, ancianos, perros, gatos y no cerdos pues a existir poco hubiera durado su vida, como resultaba a los gatos y aún a los perros. Horrible cuadro presentaba nuestro campamento de Los Indios. El hambre se retrataba con todos los semblantes y como es natural la tristeza agobiaba todos los corazones.
Era menester tomar una resolución y era menester sobre todo comer pues ya había hombres desmayados de debilidad. Enviamos pues la columna a Palmarito a buscar boniato y regresó a los dos días con mucha vianda. Como por encanto desapareció la tristeza y volvimos a formar cálculos alegres, mirando cercano el triunfo.
En esta excursión tuvo lugar un lance que pudo traer desagradables consecuencias para nuestros estómagos. Ya había cargado viandas la fuerza que había ido a Palmanto cuando pasó una partida enemiga como de 25 hombres. Rompió el fuego con nuestra avanzada y aquí fue Troya. La gente estaba desmoralizada y emprendió la fuga, dejando el campo sembrado de jolongos,(10) estacas, machetes, etcétera. A una media legua hicieron alto y reunidos varios capitanes para resolver lo que debían hacer celebraron consejo. Hubo diversidad de opiniones pero la ocurrencia más peregrina fue la del Capitán Aviles que quería se mandara al Cuartel General por un nuevo jefe y refuerzos para batir al enemigo. A todo esto este seguía en marcha, asustado por el ruido que hacia en su huida nuestra gente (eran 300 hombres) sin cuidarse de reconocer el campo y dichosamente para nosotros un soldado cubano que se había escondido tras una cerca vio marchar al enemigo y dio el aviso a los oficiales que aun continuaban en consejo. Procediose a recoger, los jolongos abandonados y retornar al cuartel, donde como dejo dicho llevaron la alegría.
Dos días permanecimos reunidos y concluidos estos nos dividimos en pequeñas partidas, para eludir la activa persecución del enemigo, y para hacer una fácil subsistencia.(11) Yo me dirigí a Monreal, con 20 hombres, el resto de mi fuerza salió para distintos rumbos con órdenes de incorporarse 15 días después. El campamento de Monreal estaba situado en la vereda que conduce del Roble a Los Indios, vereda estrecha y por la cual hay que atravesar el río de Vio 10 o 12 ocasiones, toda es montuosa y el terreno tan pantanoso que al empezar las lluvias, sólo podíamos vivir rodeados de grandes fogatas para ahuyentar la plaga de mosquitos que tienen allí en esa época su habitual residencia. El fuego nos favorecía contra los mosquitos pero inútil contra los jejenes y paqueyes que convertían nuestra noche en una perpetúa vigilia. En este lugar donde parecía imposible viniera el enemigo fui asaltado también; aunque afortunadamente sin sufrir baja ninguna. Una columna española llegó al Júcaro y lanzando guerrillas(12) por los montes apresó algunas familias, y a un joven cubano llamado Rafael Villasana. Le dieron cuenta de encontrarme yo por allí y el jefe español ofreció a Villasana una gruesa suma de dinero con tal de que le ayudara a mi prisión. Consintió este joven con la esperanza, según luego me aseguró, de escaparse en el camino y al efecto se puso en marcha sirviendo de práctico a la columna enemiga. Serian como las tres de la tarde cuando un niño me dio aviso que venia el enemigo.(13) Me preparé con algunos números para hacerle algunos tiros para lo cual repartí 24 cartuchos que me prestó condicionalmente el Sargento Pargas que venia en comisión de Holguín (14) y a pocos momentos avanzó el enemigo con un nutrido fuego. Poca podía ser la resistencia pues se redujo a 20 o 30 disparos, retirándonos luego, para el bosque. Ocupó el enemigo mi campamento y lo que sentí más, ocupó también mi capote que mi asistente (15) dejó olvidado, pérdida irreparable pues este capote constituía mi cama y mi cobija. Creo qué no hubiera sentido ¬tanto recibir un balazo.
Llegó la noche, el enemigo se retiró y nosotros volvimos a nuestros ranchos que encontramos quemados y los que reconstruimos al siguiente día. (16) Volvamos al práctico Villasana. No había podido fugarse en su marcha y tenia como cosa segura que habiendo fallado el golpe al llegar al campamento seria fusilado. Así lo pensaba él y el instinto de conservación le hizo llevar a cabo un plan cuya realización parecía imposible. Contramarcharon los godos por la vereda que dejo descrita. Iba Villasana atado los codos y además una cuerda que llevara en la mano un soldado. Costeaban el río de Vio y al llegar a un recodo del camino, se tiró Villasana al río que por aquel lugar hace barranco de más de ocho varas de altura. En su caída arrastró al soldado que lo conducía el que atolondrado con la caída, soltó la cuerda que llevaba en la mano. Hizole el enemigo unos cuantos disparos pero afortunadamente sin recibir Villasana ningún daño, gracias a la oscuridad de la noche y emprendió la fuga dejando a los soldados dando voces perdidos en el bosque. Al día siguiente se me presentó Villasana y por él tuve estos pormenores. Para concluir con Villasana diré que un año después y cuando ya empezaba la época favorable para nuestras armas se presentó al enemigo.
Permanecí algunos días en Monreal, de cuyo lugar tuve que salir a consecuencia de las lluvias que convirtieron aquellos bosques en inmensas lagunas, las que hicieron desarrollar en la fuerza tal fiebre de calenturas y úlceras(17) que a poco me deja sin soldados. Ya se me había incorporado toda mi brigada con la que marché para Aguacate. En este lugar y cuando tenia a mi .frente una columna enemiga, recibí la expedición que envió el coronel Manuel Codina (18). La situación de ahí en adelante, empezó a mejorar notablemente. (19)
NOTAS
1–Estas retrospectivas que hace Calixto nos pone ante un hombre que tiene cualidades para desarrollar una síntesis histórica. El lector podrá darse cuenta que capta la esencia de los acontecimientos y los expresa de forma precisa. Sin embargo, rehusó el emprender de forma sistemática tales trabajos de rescate de la memoria.
2–Se refiere a fiebres intermitentes.
3–Parte del tallo de la palma real que es comestible.
4–Muchas veces las fuerzas insurrectas eran acompañadas por una gran cantidad de mujeres. Era una forma de protegerlas pero también de que el soldado tuviera cerca su mujer, esposa o amante y en general la familia. El sexo y la familia se convirtió en una de las bases espirituales de la resistencia. Una historiografía mojigata ha borrado de los libros sobre la guerra un asunto tan común como ese. Se han realizado numerosos estudios de cómo los mambises resolvían sus necesidades alimentarias pero muy pocos de cómo satisfacción sus necesidades sexuales y el gran esfuerzo que hicieron para mantener mujeres junto a ellos.
5–En los alrededores de muchos fortines españoles se construía una zanja sobre la que se tendía una especie de puente levadizo que se levantaba de noche.
6–Se refiere al lugar donde se encontraba el enemigo al que los mambises le decian la trinchera, pero casi siempre era un fortín o un edificio adaptado para la defensa. No era una trinchera en el sentido que entendemos ese termino actualmente.
7–Los mambises como expresa Calixto tomaron las casas que integraban el caserio pro no el edificio donde estaban las fuerzas hispanas.
8–Capturar una trinchera o fortín español tan solo con un ataque de infantería era difícil y muy costoso. Los fortines eran de madera o piedras, impenetrables para la fusilería mambisa. Ademas estaban rodeados de un profundo foso difícil de salvar. Si no se les sorprendía en el primer ataque los atacados tenían todas las ventajas a su favor.
9–La familia era esencial para atender a heridos y enfermos. Por lo que era frecuente esta medida de dejarlos en la casa de una familia. En ocasiones incluso se depositaban en casas de familias individuos que no la tenían. Contar con una familia era fundamental para sobrevivir tanto en lo material como lo espiritual
10–Jolongo generalmente era un saco que cada mambí llevaba consigo para depositar en el todo lo que encontraba que podía serle de alguna utilidad.
11–Este es un ejemplo típico de una táctica insurrecta. Fragmentar las fuerzas en momentos de penurias y derrotas. Lo que demostraba una gran confianza de estos soldados en sus jefes y una absoluta convicción en las ideas.
12–Las llamadas “guerrillas” estaban integradas por campesinos y algunos militares españoles acostumbrados a la guerra irregular. Recibían una paga superior a la de las fuerzas regulares y además podían robar y vejar a las familias cubanas que sorprendían en los bosques. Generalmente actuaban junto a una columna o desde un poblado. Podían desplazarse rápidamente por el terreno incluso algunos “guerrilleros” habían militado en la insurrección por lo que conocían sus tácticas. La mayoría de las veces no llevaban uniforme para engañar a los libertadores. Para los “guerrilleros” no había perdón al ser hecho prisioneros.
13–Los niños eran una constante en el escenario insurrecto. Acompañaron a sus padres a la manigua mambisa y dejaron una larga aritmética de tumbas en los campos. Son junto con los ancianos los grandes olvidados de la guerra de 1868.
14–A un miembro del ejército libertador se le consideraba en comisión cuando recibía una misión específica de su jefe inmediato muchas veces fuera del área donde operaba su unidad. Para esto recibía una papeleta o carta autorizándolo a desplazarse por el territorio. En algunos lugares funcionaban postas encargadas de controlar el paso de todo extraño. El individuo que no tenía documentación que aclarara el motivo de por que se encontraba de viaje era detenido y considerado desertor e incluso espía enemigo.
15–El asistente es uno de los grandes héroes desconocidos del Ejército Libertador. Estos individuos eran los encargados de crear todas las condiciones materiales para la subsistencia del oficial al que eran asignados.
16–Existía un verdadero contrapunteo entre la construcción de ranchos rústicos por los mambises y su destrucción por las fuerzas hispanas. Los diarios de operaciones de las secciones, compañías y los batallones españoles están llenos de información sobre la quema de estas casas. En la mentalidad de un ejército regular la ocupación del recinto donde radicaba el estado mayor del ejército contrario o la casa que servía de albergue al jefe de las fuerzas contrarias tiene una gran significación, pero en este caso los mambises abandonaban con absoluto desenfado sus instalaciones que no tardaban en reconstruir no muy lejos.
17–Las úlceras en los pies y piernas causadas por el rústico calzado y las largas caminatas u otros motivos eran uno de los problemas de salud mas críticos del Ejército Libertador pues se daban con frecuencia e inmovilizaba a los combatientes que era una de las mayores contrariedades que podía ocurrirle a estos soldados para los que el constante desplazamiento era asunto vital.
18–El coronel Manuel Codina trasladó desde las costas de Haití a Cuba una pequeña expedición organizada por la inmigración y con un aporte del gobierno haitiano.
19– El texto lo tomamos de: José Abreu Cardet, Olga Portuondo Zúñiga y Volker Mollin, Calixto García escribe de la Guerra Grande, tres documentos personales. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2009. pp.73 79
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en internet.
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