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José Abreu Cardet
Cristino Naranjo Vázquez nació el 15 de diciembre de 1929 Palmarito de Cauto antiguo provincia de Oriente. Hijo de Serafín y Victoria, gente humilde. Era el mayor de siete hermanos. Su madre falleció cuando tenía ocho años. Desde edad muy temprana tiene que trabajar para ayudar a sostener la familia.
No pudo estudiar. Tenia unos 15 años cuando se radicó en Buey Arriba donde trabaja en la agricultura, en el corte de caña y en minería. Se une a las fuerzas del Ejército Rebelde. En abril de 1958 integra una pequeña tropa que bajo las órdenes de Camilo Cienfuegos, por orientación de Fidel Castro, opera en los llanos del Norte de Oriente. Participó en numerosos combates. Camilo lo ascendió a Teniente y lo situó al frente de una pequeña tropa guerrillera. Al trasladarse Camilo a la Sierra Maestra en junio de 1958 por órdenes de Fidel dejó a frente de las tropas rebeldes que operaban en el llano al Capitán Carlos Borjas. Cristino quedó subordinado a este oficial.
Mientras Cristino opera al frente de su pequeña guerrilla en los llanos orientales se han producido importantes acontecimientos en la Sierra Maestra. La gran ofensiva del verano de 1958 organizada por la dictadura de Batista fue derrotada por el Ejército Rebelde. Con las armas capturadas Fidel envió columna guerrilleras a diversos territorios para extender la guerra por todo el país. Una de ellas bajo las órdenes de Camilo Cienfuegos en su paso hacia el territorio asignado atravesó la zona donde operaba Cristino. Fidel había decidido, antes de la partida de Camilo fortalecer la pequeña guerrilla que tenía Cristino. En carta posterior a la salida de Cienfuegos de la Sierra, le explicó por qué le envió un refuerzo con Camilo. El mensaje se lo remitió con el Teniente Oscar Orozco que al frente de una patrulla se dirigía a operar en los llanos:
Sierra Maestra
Sep 5/ 58
Teniente Cristino:
Habiéndome dado el Comandante Camilo Cienfuegos los mejores informes de tu conducta y tu valor, ordené que se te reforzara con un número determinado de hombres armados que partieron de aquí con su columna.
Infórmame sobre este particular por escrito, comunicándome el número total de hombres armados a tus órdenes actualmente, así como de cualquier otro asunto que consideres de interés.
Envío esta patrulla en misión de operaciones y de investigación
Facilítale al Teniente Orozco cualquier auxilio que puedas.
Recibe un afectuoso abrazo
Fidel Castro Ruz
Comandante Jefe (1)
Camilo le entregó las nueve armas que Fidel le enviaba así como varios hombres. Cienfuegos consideró que Carlos Borjas había cometido serios errores y lo destituyó. Ascendió a Capitán a Cristino y lo situó al frente del llano. En carta a Fidel explicándole la compleja situación de los llanos le expresaba:
«He dejado al capitán Cristino, tipo de valor y honrado, al mando de los términos de Bayamo, Holguín y Tunas» (2) En el mismo documento le argumentaba: «Al capitán Cristino Naranjo se le puede dar el chance de seguir operando, tengo la seguridad que hará un buen papel.» (3) El 5 de septiembre Cristino le escribió a Fidel y le detalló la región que le fue asignada: «El Comandante Camilo Cienfuegos al ascenderme al grado de Capitán me hizo jefe de Operaciones de los territorios de Bayamo, Holguín y Victoria de las Tunas,» (4) Fidel le respondió el 19 de septiembre:Sierra Maestra
«Sep 19/58
Cap. Cristino Naranjo
Estimado compañero:
Recibí tu comunicación, la documentación que remitiste. Me satisface mucho saber que ya estás un poco mejor armado con el pequeño refuerzo que te llevó el C. Camilo.
Tengo de ti todas las buenas referencias que me dio tu Comandante, por lo que se recomendó y decidió tu ascenso a Capitán.
Tengo que decidir la organización definitiva que le voy a dar a esa zona. Por ahora debe funcionar conforme la dejó Camilo. Es muy importante que haya orden en ese territorio y se eviten los abusos que suelen cometer los que se organizan y operan por la libre. (5)
Sería conveniente que a fines de este mes de septiembre vinieras a verme para tratar la cuestión de los impuestos y otros asuntos. Deja tu patrulla operando al mando de un teniente y ven con una escolta de cinco o seis hombres para tu seguridad personal.
De regreso tal vez puedas llevar balas y otras cosas necesarias.
Mándame noticias lo más frecuentemente posible.
Saludos a todos
Fidel Castro» (6)
En la práctica el movimiento clandestino holguinero quedó estrechamente vinculado a Cristino. Era la fuerza guerrillera que operaba más cerca de la ciudad. Fidel le escribió a Cristino sobre los nuevos planes que tenía para el llano y su situación. La tropa bajo el mando de Cristino realizó la primera acción. En un informe a la comandancia describía en estos términos aquel combate:
«Día 17 de septiembre: a las 6 pm la tropa bajo el mando del Capitán Cristino Naranjo atacó la finca Limoncito (7) del representante Nandin Robaina Leiseca y que en la mencionada finca existía un cuartel de la Guardia Rural y por la noche armaba un grupo de civiles para la protección de la misma.
En el mencionado ataque nuestra tropa salió sin novedad, ocasionándole 5 bajas al enemigo… » (8)
Los rebeldes se apoderan de varias armas y otros medios. A partir del mes de septiembre Fidel introdujo importantes cambios en los llanos del Norte de Oriente. Envió una columna bajo el mando de Eduardo Sardiñas que debía de operar en el municipio de Victoria de las Tunas. En el territorio de los municipios de Gibara, Holguín y parte de Bayamo creo la columna 14 bajo el mando de Orlando Lara. La tropa de Cristino formaría uno de los pelotones de esa columna. El dos de octubre de 1958 le escribió a Orlando Lara:
«Me dicen que Cristino está al llegar, con eso podré empezar a funcionar ya en tu territorio y podemos diri¬gir desde ahí (9) las actividades de la Columna hasta que te den de alta. (…) Hasta que no hable con Cristino y le comunique las instrucciones no podrá funcionar oficialmente la nueva de¬signación.» (10)
Informado Cristino de su nueva situación quedó subordinado a la columna 14 «Juan Manuel Márquez». Su pelotón fue designado como el número 2 de la referida columna.
El 18 de octubre en carta a Orlando Lara, Fidel le decía: «La zona de operaciones que te asigné cuenta ya con 125 armas buenas en los Pelotones de Orozco, Cristino y Suñol.» (11)
Cristino era según afirman algunos de sus antiguos compañeros prácticamente un analfabeto. Sin embargo por intuición comprendió la importancia que tenia la educación y organizó un sistema de enseñanza en los llanos. En carta a Fidel Castro le informaba sobre esta medida:
«Llanos de oriente. Oct. 25 de 1958.
«Ejército Revolucionario 26 de Julio Columna 2.(12)
Comandante Fidel Castro:
Tengo la satisfacción de informarle que por intermedio del compañero Alfonso Govín (13) se ha organizado en el barrio de El Salvial una escuela en la cual se matricularon, el primer día 69 niños y cuya matrícula esperamos llegue a un total de 100 a 110.
También en el barrio de la Ciénaga pretendemos llevar a cabo una labor semejante.
Cap. Cristino Naranjo» (14)
El 29 de octubre le escribió Fidel a Cristino: «Me gusta mucho la forma en que estás trabajando, la disciplina, la moral y el orden con que llevas todas las cosas. Todo el mundo habla muy bien de ti.» (15)
Al crearse el Cuarto Frente Simón Bolívar, la columna 14 y con ella el pelotón que mandaba Cristino quedó integrado en esa nueva estructura, al respecto Fidel le escribió al Comandante Eduardo Sardiñas sobre la creación del referido Frente:
«Sierra Maestra
Nov 1-58
Querido Lalo:
Te comunico también que he decidido nombrar un jefe superior en todo el territorio donde operan las columnas 12 y 14, es decir: Victoria de las Tunas, Puerto Padre, Gibara, Holguín y parte de Bayamo. La falta de un mando superior en todo el territorio de esos municipios puede ser muy perjudicial.» (16)
Con el desarrollo de la ofensiva final en diciembre de 1958 la tropa de Cristino recibe ordenes de trasladarse a la zona de Jiguaní para participar en el ataque a la guarnición enemiga en esa población. Situado al norte del referido poblado Fidel le escribe el 16 de diciembre.
S.M (17)
Dic 16- 58
6 y 40 pm
Cristino:
Espera ahí instrucciones mías.
Fidel Castro (18)
Cristino en una carta a Fidel le informa de las operaciones que ha realizado:
«Dic. 18-58
Dr. Fidel Castro.
Comandante:
Después de saludarle pasaré a pasarle el reparto que más abajo le mando.
Después de haberme entrevistado con Ud. en Baire partí en busca de contactos con los soldados que se encontraban dispersos por los alrededores. A las 9.00 p.m. del día 17 encontramos el rastro de un pelotón como de 60 que se dirigía a Jiguaní; al llegar a la Piedra me informaron que había llegado a Jiguaní más tarde recibí un mensaje del comandante Guillermo (19) en el que me decía que venían saliendo 500 soldados de Bayamo rumbo a esta zona.
Rápidamente partí rumbo a mi posición anterior, no sin antes haber encontrado en el recorrido nada menos que:
2 fusiles Garand.
1 ametralladora San Cristóbal.
2 500 balas 30-06 entre ellas cinco completas de ametralladora.
2 obuses de mortero 81mm.
1 plataforma de graduación de mortero 81mm.
1 canana.
1 prisionero cuyas generales le pondré abajo.
Todavía se continúa buscando con seguridad de que aparecerá algo más pues lo iban botando en la huida.
Sin más queda de Ud. A sus órdenes.
S S y compañero
Cristino Naranjo
Capitán» (20)
Al producirse el desplome de la tiranía Cristino participó en la rendición de la guarnición enemiga de Cacocum y al frente de su tropa ocupó el ayuntamiento holguinero situado en el edificio conocido como La Periquera. Fue asignado a la guarnición del Ejército Rebelde situada en Holguín. Trasladado a La Habana por órdenes de Camilo Cienfuegos fue designado jefe del batallón de seguridad del Estado Mayor de Ejército Rebelde. Bajo las órdenes de Camilo tomó parte en la liquidación de la sedición encabezada por Hubert Matos en Camagüey. Al desaparecer Cienfuegos en un vuelo de Camagüey a La Habana participó en su búsqueda. El 12 de noviembre de 1959 fue asesinado en La Habana junto a su chofer, el combatiente holguinero, Luis Nieves Peña al entrar en Ciudad Libertad por Manuel Beatón un oficial del Ejército Rebelde con el que había tenido discrepancias personales.(21)
NOTAS
1–El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
2– William Gálvez Rodríguez, Camilo Señor de la Vanguardia, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 212.
3—Ibídem p. 213.
4–Carta del 5 de septiembre de Cristino Naranjo a Fidel Castro. El original de este documento se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
5–Se refería a grupos guerrilleros que se alzaban por su cuenta sin contar con la dirección del movimiento 26 de Julio o la jefatura del Ejército Rebelde.
6–Carta de Fidel Castro a Cristino Naranjo del 19 de septiembre de 1958. El original de este documento se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
7–Actualmente esta situada en el municipio Cacocum, provincia de Holguín, según la división política administrativa, de 1976.
8–Carta de Cristino Naranjo a Fidel Castro del 26 septiembre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
9–Se refiere al lugar en la Sierra Maestra donde Lara se encontraba convaleciente.
10–Se refiere a la designación de Orlando Lara como jefe de la columna 14.
11–Carta de Fidel Castro a Orlando Lara del 18 de octubre de 1958. El original se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado Ciudad de La Habana.
12–La fuerza con que operó Camilo en los llanos se le designó como columna numero 2. Cristino continúo utilizando esa numeración al quedar al frente de las fuerzas del llano. Luego pasó a llamarse pelotón dos de la columna 14.
13–Mayoral de una finca en un lugar conocido por el Salvial. Fue un activo combatiente. La finca que administraba se convirtió en un centro importante de apoyo a la lucha.
14–Carta de Cristino Naranjo a Fidel Castro del 25 de octubre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
15—Carta de Fidel Castro a Cristino Naranjo del 29 de octubre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
16–Carta de Fidel Castro a Eduardo Sardiñas de primero de noviembre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
17–Abreviatura que aparece en algunos documentos y significa Sierra Maestra.
18–Carta de Fidel Castro a Cristino Naranjo 16 de diciembre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
19—Comandante Guillermo García.
20–Carta de Cristino Naranjo a Fidel Castro del 18 de diciembre de 1958. El original de este documento que reproducimos en la compilación se encuentra en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, en la Ciudad de La Habana.
21– Posteriormente Manuel Beatón se fugó de la prisión donde estaba detenido y se alzó en la Sierra Maestra. Asesinó a un combatiente rebelde. Detenido fue juzgado y condenado a muerte.
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet. Link
Cristino Naranjo: Un Capitán del llano (radioangulo.cu)
José Abreu Cardet
El Cuarto Frente Simón Bolívar fue una importante estructura guerrillera integrada por tres columnas que operó en el norte del oriente cubano en 1958. En ocasiones surge una pregunta: ¿Cuándo se creó? Algunos afirman que fue en octubre cuando las columnas 12 y 14 ya estaban en sus zonas de operaciones. ¿Podemos tomar ésta como la fecha de fundación? Debemos de hacer un poco de historia para responder esa pregunta.
Los antecedentes más lejanos de la lucha guerrillera en la región se remontaba a agosto de 1957. En esa fecha Orlando Lara Batista, era un joven natural de San Germán, Holguín, pero radicado en Bayamo, tomó una decisión que marcaría su vida y la historia de una amplia región de los llanos orientales; creo una pequeña guerrilla integrada por cuatro hombres y una mujer luego se incorporaron más combatientes. El 16 de enero de 1958, Fidel asciende a Lara a teniente y lo designa como jefe de una zona comprendida entre Bayamo y Tunas.
Posteriormente otros grupos se alzaron en los antiguo municipios de: Holguín, Gibara, Puerto Padre, Victoria de las Tunas y Bayamo. En abril Fidel envió a Camilo Cienfuegos al frente de una pequeña tropa y lo designó jefe de este territorio incluyendo a Manzanillo. Camilo libró varias acciones y tomó medidas organizativas. En junio de 1958 cumpliendo órdenes de Fidel regresó a la Sierra Maestra. Dejó al frente el llano al capitán Carlos Borjas.
En el verano de 1958 fue derrotada la gran ofensiva del ejército de Batista, con las armas capturadas Fidel organizó varias columnas que envió a diferentes regiones del país. Una de estas estaba bajos las órdenes de Camilo Cienfuegos que debía de dirigirse a Pinar del Rio. En su paso por los llanos Cienfuegos destituyó a Carlos Borjas, que había cometido algunos errores y dejó en su lugar al combatiente rebelde Cristino Naranjo con un pequeño refuerzo en armas y hombres que le enviaba Fidel. Era el inicio de una serie de medidas que cambiaran por entero la guerra en los llanos. Hasta aquellos momentos la correlación de fuerzas estaba a favor de la dictadura que contaban con poderosos medios bélicos mientras las guerrillas se encontraban armadas fundamentalmente de escopetas armas cortas y tan solo algunos fusiles propiamente de guerra. Los guerrilleros además operaban en un territorio de condiciones adversas, era una zona llana de escasos bosques, atravesado de carreteras, caminos vecinales vías férreas comunicaciones telefónicas y telegráficas.
Fidel, entre septiembre y octubre, envió a los llanos orientales tres columnas. La columna 14 «Juan Manuel Márquez» bajo el mando del capitán Orlando Lara e integrada por tres pelotones el uno bajo el mando de Oscar Orozco, al ser herido lo sustituyó Arsenio García, el dos por Cristino Naranjo y el tres por Eddy Suñol. Esta columna operó en el territorio de los antiguos municipios de Holguín, Gibara y Bayamo. La columna 12 «Simón Bolívar» bajo el mando del comandante Eduardo Sardiñas que actuaría en el territorio del municipio Victoria de Las Tunas, Puerto Padre y los límites con Camagüey.
Fidel con estas fuerzas creo el Cuarto Frente Simón Bolívar. Otorgó a Delio Gómez Ochoa el mando de este. Agregó al frente la columna 32 «José Antonio Echeverría» dirigida por Delio. Esta era una columna móvil que actuaría en todo el frente. Si bien la columna 32 salió de la Sierra Maestra en octubre de 1958, pero no fue hasta los primeros días de noviembre cuando Delio contactó con los diferentes jefes de pelotones y columnas que no comenzó a funcionar en la práctica el Cuarto Frente «Simón Bolívar». Esta columna, por órdenes de Fidel, debía de realizar una incursión en la ciudad de Bayamo, en la noche del 2 al 3 de noviembre, para sabotear la farsa electoral que se realizaría en el último de los referidos días.
En carta del primero de noviembre de 1958 Fidel le escribía al comandante Eduardo Sardiñas:
«Te comunico también que he decidido nombrar un jefe superior en todo el territorio donde operan las columnas 12 y 14, es decir: Victoria de las Tunas, Puerto Padre, Gibara, Holguín y parte de Bayamo. La falta de un mando superior en todo el territorio de esos municipios puede ser muy perjudicial. Siendo la zona tuya la más importante, en un momento dado podrá ser necesario llevar refuerzos de la zona de Holguín y Gibara.» (1)
«Existiendo un jefe superior, este puede dar las órdenes inmediatas para el envío de dichos refuerzos.»
«Para dicho cargo he designado a Ochoa (2) que ya salió con una columna. (3)Yo le he dicho a Ochoa que el grueso de las tropas deben concentrarse en la zona tuya; así que todo sigue exactamente igual en cuanto al territorio tuyo y a la jurisdicción de tu columna; tu misión sigue siendo también las mismas.» (4)
No hay dudas, que si bien la mayoría de las columnas y sus pelotones guerrilleras llegaron entre septiembre y octubre e incluso una de esas unidades, la tropa dirigida por Cristino Naranjo, operaba en la zona desde antes, el cuarto frente como estructura se formó en noviembre de 1958.
Las fuerzas del Cuarto Frente desarrollaron numerosas acciones combativas como las exitosas emboscadas de: Juan Cantares, Los Güiros, Yaguabo y otras. Atacaron las guarniciones enemigas de: Limoncito, Manatí, la presa de Holguín, Jobabo, en dos ocasiones, la microonda de Buenaventura, San German, Gibara y Buenaventura. Las fuerzas de la columna 12 desarrollaron decenas de enfrentamientos a columnas batistianas que inútilmente intentaban mantener las comunicaciones entre Camagüey y Oriente. El Cuarto Frente cumplió con los objetivos asignados por el mando rebelde en la lucha contra la dictadura batistiana.
NOTAS
1–Esto no se realizó. Entre otros motivos pues desde finales de Noviembre hasta mediados de diciembre una poderosa unidad enemiga bajo el mando del capitán Jesús Sosa Blanco se desplazó por el territorio de la columna 14. Las fuerzas del pelotón 3 y de la columna 32 tuvieron que combatir a esta incursión enemiga. Además la columna 12 logró interrumpir el tráfico entre Oriente y Camagüey sin necesidad de recibir refuerzos.
2–Comandante Delio Gómez Ochoa.
3–Se refiere a la columna móvil número 32.
4–Carta de Fidel Castro a Eduardo Sardiñas del 1 de noviembre 1958
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet. Link
Cuarto frente Simón Bolívar, ¿Cuándo se creó? (radioangulo.cu)
José Abreu Cardet
Los mambises y en general los vecinos de las zonas donde se desarrollaba la guerra de independencia de Cuba de 1868 a 1878 sufrieron las depredaciones de delincuentes. Hay diversos ejemplos. Según Carlos Manuel de Céspedes, el primer presidente de la República de Cuba en armas estos delincuentes se dedicaban a robar y «…asesinar a personas honradas e indefensas, produciendo el pánico y la zozobra en los demás.» (1)
El 20 de septiembre de 1871 se produce el «…asesinato del C. Pedro Ciser por una partida de malechores que asaltó y robó su rancho…»(2) Jesús Rodríguez Aguilera (3) miembro de la Cámara de Representante: En 1871 recibió un golpe terrible: sus dos hijos, jóvenes de 15 y 18 años, fueron asesinados, no por los españoles, sino por la banda de malhechores que con el nombre de «Máscaras de Cuero» infestaba el territorio de Tunas. (4)
El coronel insurrecto Belisario Grave de Peralta, (5) el 14 de noviembre de 1875 informa que en un lugar llamado El Cupey se robaron seis caballos: Algunos vecinos me han informado que sospechan en el C. Pedro Fermín Rodríguez que algunas veces aparece en esta zona de negociante de zapatos, sal, etc, todo lo anda y en aquellos días andaba por aquí. (6) Vicente García (7) anota en su diario el 4 Septiembre 1875: Me trajeron presos a Domitilo Cervantes y Julián Avalo, autores del robo de la vaca que en estos días faltó del depósito que tengo en Carvajal. (8)
Esta acción afectaba, en especial, a los niños pues los mambises cuando podían conservaban las vacas para obtener leche para su alimentación.
Uno de los episodios más crueles del bandolerismo durante la guerra fue el de Abelardo Rodríguez. (9) Este individuo nació en la jurisdicción de Holguín. En octubre de 1868 Abelardo, al igual que otros muchos campesinos, se unió a las fuerzas libertadoras.
Integró una de las numerosas guerrillas que teniendo como escenario los bosques y sabanas cubanas llevaban a cabo una eficiente guerra irregular al imperio español. Era aquella guerra terrible donde casi siempre un prisionero era un ejecutado. Abelardo se destacaba por su crueldad excesiva. Pero su odio era especial contra los canarios.
Un número considerable de canarios prestó sus servicios a la causa de la metrópoli. Una parte considerable de ellos integraban las tristemente célebres guerrillas. Puede ser esa una justificación más lógica al odio que comenzó a mostrar Abelardo Rodríguez con los canarios.
Es posible que los asociara con la implacable persecución a que eran sometidos los revolucionarios por estas fuerzas auxiliares del ejército español. En ocasiones estas unidades eran más eficientes que las propias columnas del ejército regular. Acostumbrados al clima y conociendo las tácticas de los insurrectos los perseguían implacablemente. Muchas veces saciaban su odio contra las mujeres y niños que sorprendían en los campamentos. Las violaciones y asesinatos eran asuntos comunes entre estas tropas de mercenarios. Pero en justicia es necesario reconocer que en ellas había más cubanos mercenarios que canarios y españoles.
Diversas y sangrientas anécdotas nos van acercando al drama. En una ocasión, detenidos dos jóvenes isleños que fueron sorprendidos por una patrulla en la habitual faena de cultivar la tierra, Abelardo pidió su custodia. El grito corto y desgarrador sembró el campamento de interrogantes.
–Intentaron fugarse. Había justificado Abelardo el golpe filoso del machete que desparramaba la sangre de los dos jóvenes, sobre la tierra soñada por ellos como nueva patria. No existía evidencia alguna del intento de fuga. La muerte los sorprendió sentados sobre un grueso tronco. Uno de ellos sostenía en la mano crispada un boniato hervido entregado por los insurrectos. No había gesto ni forma posible de fuga. La indignación enardeció la tropa contra el asesino. Las dos víctimas habían sido detenidas por mero formalismo. Se le pensaba dejar en libertad luego de un interrogatorio. Se propuso someter a consejo de guerra a Abelardo. Pero el vertiginoso desarrollo de la guerra con la constante persecución enemiga pospuso el justo juicio.
Sus instintos de asesino y ambiciones materiales desmedida y sin freno lo alejaban cada vez más del esfuerzo idealista de los revolucionarios. Estos habían marchado a la manigua insurrecta quemando sus fincas para hacer una nación. Abelardo no tenía cabida entre aquellos hombres ilusionados con la libertad futura. No se extrañó mucho su traición. Un día desapareció del campamento. Pero no se presentó a los españoles como usualmente ocurría en estos casos.
Se internó en lo más espeso del bosque donde fue reuniendo las monstruosidades de la guerra. Gente que no eran del bando cubano ni español sino del de la crueldad. Sedientos de sangre, resentidos, frustrados, con todos ellos fue conformando su banda. Los asaltos a campesinos y terratenientes se hacían cada vez más frecuente. En las guerras tales grupos de desalmados son comunes. El asalto a las propiedades de los canarios por estas bandas no era asunto raro. Muy sabido era que el trabajo sin límites de estos hombres acumulaba siempre riqueza. Todos se aprovechaban de la riqueza obtenida por estos esforzados labradores. Las fuerzas del estado español que operaban contra los insurrectos exigían con mucha frecuencia vituallas en las fincas de esta gente noble. Mientas los insurrectos encontraban siempre, por las malas o las buenas, algún alimento con que aliviar los muchos días de hambre que rodeaba el esfuerzo de liberar la isla de la opresión colonial. Delincuentes sin bandera obtenían siempre algún botín en la propiedad muy laborada del canario.
Abelardo dejaba una huella muy clara que fue su banda y no otra la que cometió la fechoría. Si la víctima era canaria se le ultimaba sin compasión. Festín horrible rodeaba la ejecución. La risa y la burla al sufrimiento del desdichado canario caracterizaban el acontecimiento cruel. Un disparo a un centro vital del cuerpo hubiera sido piadoso comparado con lo que se desataba contra el infeliz. La carne quedaba a merced de los machetes filosos y hambrientos que se cebaban una y otra vez en el cuerpo del desdichado hasta que ya no había vida posible que reclamar a aquel puñado de despojos que minutos antes resumía la vida humana.
Sus crímenes espantosos y numerosos no dejaban dormir a los canarios. De noche muchos abandonaban la finca o la vega y se refugiaban en el monte con la familia. Otros armados de carabinas y machetes montaban guardia permanente tratando de descifrar las incógnitas de la oscuridad. Era desgaste terrible el sufrido por esta gente hecha para el trabajo abierto y franco. Abelardo Rodríguez y su banda fueron muy pronto incluidos en la nómina de los perseguidos tanto por los españoles como por los insurrectos. Operaban en la Sierra de Gibara. Se movía en los alrededores de un cerro que fue bautizado con su nombre. Se evitaba en pasar por las inmediaciones del lugar. Fue tal el terror sembrado que hoy todavía la colonia rocosa tiene su nombre.
Los libertadores alarmados por el desprestigio que echaba sobre ellos la antigua militancia independentista del delincuente incrementaban sus búsquedas. Se dieron órdenes muy precisas de capturarlo vivo o muerto. Los españoles no sabían cómo acallar los justos reclamos de las familias y amistades de las víctimas. El desaliento que causaba el asesino entre la masa de isleños era mucho. Su burla a la persecución menoscababa la autoridad hispana. Por primera vez los dos bandos enfrascados en guerra a muerte se impusieron un objetivo común: capturar a Abelardo Rodríguez el asesino de canarios.
Por lo menos un intento de captura fracasó. Rodeada la casa donde dormía por fuerzas hispanas el bandolero rompió una de las paredes, de construcción muy rústica, envistió a uno de los militares derribándolo y escapó al campo entre disparos. Pero el cerco se iba cerrando día a día. Sus desmanes y crueldades con los canarios llegaron al extremo que los que por algún motivo lo protegían comenzaron a alejarse.
Fue fin casi bíblico el del asesino de los canarios. Nos recuerda la fuga frustrada de Absalón, el hijo desobediente del rey David. Abelardo estaba en la casa de su amante, bohío criollo en pleno bosque. Se adormecía sensualmente mientras la mujer los despiojaba, rebuscando en su cabellera los pequeños parásitos. Más que sentir presintió la llegada de la tropa española. Se lanzó en carrera brusca y cortante hacia la fuga ante los ojos perplejos de sus perseguidores.
Libre de la puntería incierta de los soldados alcanzó los primeros árboles del bosque. Pero fue un descuido inconcebible en él que había hecho de la fuga lo cotidiano. Quizás desvío la cabeza para con rápida mirada determinar el número de enemigos, la distancia que los separaba o calculó mal la presencia del gajo. Su frente envistió el ramaje demasiado bajo de un árbol frondoso. El golpe le hizo perder velocidad, se detuvo un momento para reponerse del estremecimiento de nervios y centros nerviosos que agredidos sorpresivamente no sabía cómo reaccionar ni hacer coordinar todos sus movimientos musculares. Pero ya llegaban junto a él los perseguidores, que lo golpeaban, lanzaban al suelo, sujetaban y amarraban.
Había tanto de que acusar y condenar que el fiscal no sabía por dónde empezar. Fueron apareciendo los testigos, viudas, huérfanos, padres de hijos entregados a la inclemencia de su machete. La mayoría eran canarios. El fiscal con mucho dominio del tema señalaba que el acusado a diferencia de otros bandidos que luego de obtener el botín dejaban con vida a la pobre víctimas se entregaba a una horrible orgía de sangre en especial con los emigrados isleños.
Más con ira y desprecio que con tinta se firmó la sentencia de muerte. Amarrado contra una alta palma real el reo impasible miro la boca negra de los fusiles. Ninguno de los tiradores herró el disparo en aquella ocasión.
Historia triste para una sociedad donde nunca anidó el odio de las razas y las naciones. Donde además al canario no se le consideró extranjero. Fue historia sin continuidad la de Abelardo Rodríguez. Leyenda siniestra muy pronto olvidada por todos.
Notas
1— Portuondo Fernando y Hortensia Pichardo. Carlos Manuel de Céspedes. Escritos. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1982, T II, 175.
2–Víctor Manuel Marrero «Vicente García: Leyenda y realidad». Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1992, p 113
3–Jesús Rodríguez Aguilera nació en Holguín, el 20 de junio de 1828. Fue miembro de la junta revolucionaria local que organizó el moviendo conspirativo. Individuo de gran ascendencia en esa zona fue miembro de la Cámara de Representantes. Se mantiene en las filas insurrectas hasta el final de la guerra. Al terminar la guerra se estableció en La Habana. Al inicio de la Guerra Chiquita formó parte de la comisión que envió a Oriente el Partido Autonomista para convencer a los sublevados que depusieran las armas. Falleció en La Habana en fecha que no hemos podido precisar. Información tomada de: Constantino Pupo y Aguilera: Patriotas, Holguineros, Holguín, 1956, pp. 209 y 210.
4–Fernando Figueredo Socarras: La Revolución de Yara (1868.1878), Instituto del Libro, La Habana, 1968, p. 183.
5–Belisario Grave de Peralta y Zayas Bazán. Nació en Holguín en 1841, se alzó en 1868 y durante la Guerra Chiquita. Sufrió prisión en España al concluir esta última. Murió en Honduras antes del inicio de la guerra de 1895. Alcanzó el grado de general de brigada. Información tomada de: Colectivo de autores Diccionario Enciclopédico de historia militar de Cuba Primera parte (1510-1898), tomo 1, Biografías, Editorial Verde Olivo, La Habana, 2001, P 176. Y Elia Sintes Gómez, Belisario Grave de Peralta (Inédito).
6–Archivo Nacional de Cuba, Fondo Donativo y Remisiones. Caja 474. Numero 10.
7–Vicente García González Nació en Tunas en 1833 y murió en Venezuela en 1886. Mayor general del ejército libertador. Fue uno de los militares más destacados de la guerra. Tenía una gran influencia política entre los insurrectos orientales. Información tomada de: Colectivo de autores Diccionario Enciclopédico de historia militar de Cuba Primera parte (1510-1898), tomo 1, Biografías, Editorial Verde Olivo, La Habana, 2001, P 145.
8–Víctor Manuel Marrero, obra citada, p 210
9–Para confeccionar la historia sobre Abelardo Rodríguez consultamos las siguientes fuentes. Archivo particular de Juan Andrés Cue Bada en Santiago de Cuba Entrevista a Encarnación Cardet Méndez y a Juan Cardet Méndez
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet. Link
Mambises y delincuentes (radioangulo.cu)
Protección del Patrimonio Cultural
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