Mantener aves en cautiverio es una tradición tan antigua como la historia del hombre, la costumbre de nuestros antepasados propició el comercio de aves exóticas, que alcanzó su auge a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Desde principios de 1865 fue reportado en Estados Unidos el comercio vivo de aves de jaula importando desde Europa grandes cantidades de canario (Serinus canaria) y otras especies de aves desde África, Asia, América del Sur y Central (Rodríguez y col. 2007).

En la actualidad la captura de aves silvestres para el comercio se practica en todo el mundo, Them (2005) observó comercio de aves en Indonesia, África del Sur, China, Cuba y Perú. Mientras Noramly (2005) se alarmó con que la captura de aves en Indonesia llega al extremo de que cazan zunzunes, que sólo duran uno o dos días vivos en la jaula, sólo porque son bonitos, hecho que comparó con el de “cortar una flor”. Magnitudes alarmantes tiene la captura de aves en México, donde, según Duncan (2005) la lista de especies silvestres que se venden en el mercado de Toluca asciende a 24. Se estima que la cantidad de pajareros que hay en México está entre 15 000 y 18 000, si 10 000 de ellos capturaran 1 000 aves por año el número total ascendería a 10 millones de aves capturadas…